Florida volvió a colarse por partida doble en un ránking que no mide aguas calmas ni atardeceres, sino la calidad de la noche pegada a la arena.
La guía de Hotels.com sobre “las mejores playas para ir de fiesta” en Estados Unidos coloca a Miami Beach en el primer lugar del país y suma también a Fort Lauderdale Beach entre las diez elegidas. El listado —recogido por Patch el 4 de septiembre— apunta a destinos donde la vida nocturna, los bares a pie de playa y la agenda de eventos hacen que la fiesta no dependa del calendario ni del fin de semana.
En Miami Beach, la foto es de manual para quien busca intensidad: tres zonas con carácter propio —South Beach, Mid Beach y North Beach—, arquitectura art déco encendida hasta la madrugada y un ecosistema que va de megaclubes como LIV y Story a barras más sosegadas y con sello, como Bodega, Broken Shaker o Minibar.
La ruta puede terminar —o empezar— en los lobby bars de hoteles icónicos como Eden Roc y Fontainebleau, que mantienen viva la tradición del cóctel bien hecho con vista a Collins o a la playa. Todo esto explica el número uno: aquí la fiesta es una industria afinada y accesible a pie, indica Hotels
Fort Lauderdale Beach entra al top 10 por otro carril: el de los festivales que colonizan la orilla durante buena parte del año y convierten la arena en escenario.
Hotels.com enumera un calendario que incluye el Tortuga Music Festival en abril, el Audacy Beach Festival en diciembre, el Great American Beach Party en Memorial Day, el 4th of July Spectacular y el Pride local, además de clásicos como el Elbo Room, abierto desde 1939, o la energía alta de Rock Bar, literalmente frente al océano. La mezcla de eventos masivos y bares con historia sostiene una “atmósfera de fiesta” que no necesita excusas.
El valor del ránking, más allá de las palmas para Florida, está en el mapa que traza. Entre Waikiki, Fire Island, Venice Beach, Isla Blanca en Texas u Ocean City en Maryland, la lista de Hotels.com es un mosaico de escenas playeras distintas que comparten una misma promesa: bailar con los pies en la arena sin renunciar a buena coctelería ni a música en vivo. Que Miami Beach lidere y Fort Lauderdale acompañe dice algo del momento del Atlántico floridano: dos propuestas vecinas y complementarias que permiten diseñar viajes “de fiesta” sin repetir fórmula.
Para el lector práctico, la traducción es sencilla. Si se busca la noche más intensa, la opción número uno del país está en Miami Beach, donde el plan puede saltar de un club a un lounge sin soltar la costa. Si la idea es enganchar un festival multitudinario o una agenda de eventos que encienda la playa, Fort Lauderdale ofrece pista de baile a cielo abierto con bares que son patrimonio local.
En ambos casos, el consejo es el mismo: reservar con antelación en temporada alta y chequear la agenda de conciertos y feriados, porque aquí la fiesta, literalmente, corre por la orilla.





