El desconsuelo ha embargado en los últimos días a los familiares del joven cubano Jorge Esteban Rojas Rodríguez, quien murió en la mañana del lunes 17 de noviembre tras ser aplastado por un muro de concreto mientras trabajaba en una obra en construcción en Miami, Florida.
Varias de las personas más allegadas al muchacho de 29 años, natural de Holguín, entre las que se cuentan su esposa, sus tíos, dos conocidos pastores que fueron como padres para él, y sus primas, lamentan hoy su temprana partida.
Una de sus primas, Mily Ajo, reconocida empresaria en el mundo de la estética en la Ciudad del Sol, agradeció a través de Instagram: “No tengo más que dar gracias por tantas muestras de amor conmigo y con mi familia”.
“Estamos pasando los días más difíciles que, como familia, nos ha tocado vivir. Tristes por la ausencia que sentimos, pero confiados y en paz de que nuestro niño lindo está en un mejor lugar, donde las calles son de oro y el mar es de cristal, feliz, donde no hay llanto, ni tristeza, Dios se ha encargado de hacer las cosas que él permite para que lo tengamos como seguridad en nuestros corazones”, escribió conmovida la fundadora del medspa Dermabless, cuya bandeja de mensajes colapsó por las muchas muestras de cariño que ha recibido.
En tanto, Rubierdo Ajo, el tío del joven, lo definió como “un regalo de Dios para todos”. “Mi niño, te recordaremos siempre”, expresó en Facebook sobre un muchacho al que otros conocidos recuerdan como alguien “noble, servicial, siempre provocando sonrisas y extendiendo su mano para ayudar”.
Rojas Rodríguez, que hubiera cumplido 30 años el 24 de noviembre, llegó a Estados Unidos junto a su pareja en febrero de 2024.
Fue declarado muerto en la escena, en una vivienda en remodelación ubicada en el 2907 SW de la avenida 22, en el barrio de Coconut Grove.
