El diplomático Claudio Monzón Baeza, se convirtió este martes en el primer embajador de la Isla que oficialmente se establece en Seúl mientras la prensa sudcoreana remarca que con esta acción «se espera que se profundice el aislamiento de Corea del Norte».
Con la noticia de la presentación de Monzón de sus cartas credenciales la cancillería cubana se mostró más distendida con la promoción de las relaciones bilaterales – discreta en su prensa oficial ante la sensibilidad norcoreana- e inauguró en Facebook la página «Embajada de Cuba en la República de Corea» con una llamativa imagen de los viejos edificios multifamiliares frente al Capitolio Nacional como foto de perfil, con sus tendederas de ropas en los balcones.
Monzón lleva más de 10 años en la atención de la región de Asia y Oceanía en el Minrex y se enfrenta esta semana a la función más importante de su carrera tras la confianza que depositó en él su jefe inmediato Carlos Miguel Pereira para esta apetecida misión diplomática en la lista de espera de la cancillería. Pereira ya había estado en junio en Seúl para canalizar estos preparativos.
Tras la entrega de las cartas credenciales en la oficina presidencial, Monzón posó para una foto con el presidente sudcoreano en funciones , Choi Sang-mok y el ministro de Asuntos Exteriores Cho Tae-yul, y por supuesto, conversó con ambos, once meses después de que Corea y Cuba establecieran relaciones diplomáticas.
En la misma jornada embajadores de otros ocho países también realizaron sus ceremonias de oficializar sus documentos ante las principales autoridades locales. La acreditación de Monzón ocurre en momentos de dramáticas situaciones domésticas: la convulsión política por los intentos de arrestar al mandatario electo Yoon Suk-yeol tras declarar la ley marcial y la muerte de 179 personas en el peor accidente aéreo en la historia del país el 29 diciembre.
También se informó que la Embajada de Cuba en Seúl ha comenzado a ultimar trámites para la apertura de su sede. De acuerdo a «Nate News» , al mismo tiempo se están realizando trabajos para abrir la Embajada de Corea en La Habana a principios de este año. Se proyectó su inauguración para el segundo semestre de 2024 pero el cronograma se vio interrumpido debido a que continuaron los desastres naturales y los cortes de energía en Cuba, reportó.
La prensa sudcoreana ha reiterado que los elogiosos mensajes mutuos conocidos en septiembre pasado entre Miguel Díaz- Canel y su homólogo norcoreano Kim Jong-un durante el encuentro en La Habana con el nuevo embajador de Pyongyang y el más reciente por el Primero de Enero, son «pura retórica».
Los comentarios del Presidente Kim entre otros, que enfatizan la profundización de las relaciones entre los dos países pueden verse como retórica común en el campo de la diplomacia, que se producen mientras los contactos entre funcionarios sudcoreanos y cubanos aumentan» apuntan analistas locales.
Por otro lado advierten que Corea del Norte ha estado mostrando acciones que pueden interpretarse como una muestra indirecta de su ‘descontento’ por el establecimiento de relaciones diplomáticas entre La Habana y Seúl, como compartir escasamente noticias relacionadas con Cuba, que históricamente había estado difundiendo activamente
En este contexto este año se celebrarán los 65 años de las relaciones diplomáticas entre la República Popular Democrática de Corea y Cuba por lo que habría que ver a quien Kim envía al frente para los actos en La Habana.
Hay alrededor de 30 sudcoreanos que permanecen en Cuba por un largo período de tiempo para actividades misioneras. Están registrados en la Isla 1.091 descendientes. Se estima en unos 14.000 turistas coreanos que visitan Cuba cada año. La Oficina Presidencial ha dicho que intentará apoyar a las empresas coreanas que quieran hacer negocios en Cuba. Sin embargo mucho de estas intenciones dependerá de las restricciones impuestas por Estados Unidos y que al parecer no se aliviarán con la llegada de Donald Trump.
Cuba reconoció al gobierno de la República de Corea en 1949, pero cortó los intercambios en 1959.
Cuba y Corea del Norte juntos enarbolaron una bandera antiestadounidense durante medio siglo y por este motivo, esa relación especial con Pyongyang había actuado como un obstáculo para las relaciones diplomáticas con Corea del Sur.





