La actriz y comediante cubana Aleanys Jáuregui, conocida en el mundo artístico como Cuqui La Mora, reapareció esta semana en sus redes sociales para tranquilizar a sus seguidores y agradecer el apoyo recibido tras una hospitalización de urgencia. La humorista compartió una foto en la que aparece aún en cama, con semblante cansado, pero acompañada de su inseparable perrito Júpiter, al que presentó como su “mejor enfermero”.
“Gracias a todos por su cariño y sus lindos mensajes, me siento bendecida y privilegiada por eso, ya estoy en casa con mi enfermero favorito. Recuperándome. Les deseo a todos miles de bendiciones. Gracias”, escribió en Instagram, dejando claro que la recuperación va por buen camino y que pronto retomará los escenarios.
El motivo de la internación fue un problema de cálculos renales. Fiel a su estilo, Cuqui narró la experiencia con humor: “Ya tuve una piedra en el zapato, otra en el camino, pero es mi primera piedra en el riñón, más que piedra un seboruco”, bromeó en una publicación reciente. Su chispa no se apagó ni en medio del dolor, y aprovechó para enviar un parte de tranquilidad a sus seguidores: “Pero ya estoy bien, fuera de peligro y de dolor gracias a Dios. Cada día amo más este país, increíble el hospital y las atenciones. Después les cuento del bill”.
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El mensaje resume bien la mezcla de gratitud y desparpajo que caracteriza a la artista. Entre el alivio por haber superado la crisis y el humor que nunca abandona, Cuqui volvió a mostrarse cercana, conectando con el público que la sigue desde Cuba y en la diáspora.
La relación de la comediante con Estados Unidos ha estado marcada por logros personales y familiares que suele compartir con emoción. En abril pasado, celebró con lágrimas la obtención de la ciudadanía estadounidense: “Qué felicidad tan grande ser ciudadana de este gran país, que me abrió las puertas a la libertad, el crecimiento y la prosperidad. Amo América y todo lo que representa. Me siento orgullosa y bendecida”, confesó en ese entonces.
Este 2025, además, se cumplieron seis años desde su llegada a tierras norteamericanas, un paso que cambió su vida y la de los suyos. En 2019 pudo reunir a su hija, en julio de 2023 recibió a su madre en Miami, y un mes más tarde aterrizaron su hermano, su cuñada y sus sobrinas. Cada reencuentro ha sido motivo de celebración pública, testimonio de una emigración que, como la de tantos cubanos, está atravesada por sacrificios, pero también por sueños cumplidos.
El episodio de salud reciente ha despertado una ola de solidaridad hacia la humorista, que ha sabido convertir cada momento difícil en una oportunidad para conectar desde lo humano. Su capacidad de reírse incluso de la adversidad la ha consolidado como una de las voces más queridas de la comedia cubana dentro y fuera de la isla.
