Cientos de cubanos se han movilizado en las últimas horas para ayudar a salvar la vida de Rafael Osvaldo Martínez Ramos, de apenas 14 años, quien es el herido más crítico de todos los que permanecen ingresados tras el accidente que tuvo lugar el domingo cuando un camión se volcó en el municipio de Majagua, en Ciego de Ávila.
Según informó el activista Guillermo Rodríguez Sánchez, “al borde de la locura” el padre del adolescente, que vive en Estados Unidos, pero no puede viajar a la isla porque no tiene aún un estatus legal en el país norteamericano, pidió donaciones de sangre O- y O+ para su niño.
El menor fue trasladado al Hospital General Docente Roberto Rodríguez de Morón, con serios traumas craneales, además de múltiples fracturas en todo su cuerpo.
“La familia y los amiguitos de Rafael en el poblado de Vicente están angustiados. Ya sus conocidos con esa sangre donaron, pero sus hemorragias son tales que necesita más para permanecer con vida”, señaló Rodríguez Sánchez.
El también escritor precisó que en solo tres horas la familia del niño recibió casi 500 llamadas y mensajes de Ciego, de Morón, de La Habana, de Guantánamo, de Las Tunas, de toda Cuba.
“Ahora mismo hay gente donando para Rafael en Morón. Mañana irán más, pasado también, quiere ir en camión incluso desde Chambas un grupo entero de muchachos. La empatía es apoteósica. Me escriben desde todos los municipios avileños casi rogando poder ir al banco de sangre”, apuntó.
Tras el abrumador apoyo para salvar a Rafa, su papá en Estados Unidos no solo está llorando de angustia, sino también de agradecimiento.
Anteriormente el propio Rodríguez Sánchez había detallado que las cuatro personas fallecidas en el trágico accidente, tres de ellas menores, eran de Vicente, un “pueblito” a apenas ocho kilómetros de la ciudad de Ciego.
“Gente tan humilde, tan sencilla, tan compartidora de lo poquito que tiene, despidiendo a dos niños, una niña y un joven en medio de un dolor que no tiene nombre”, añadió sobre el duelo.
El exceso de velocidad fue la causa principal del accidente masivo, según confirmaron los peritos que investigan el hecho.
Las pruebas médicas realizadas al chofer confirmaron que no había ingerido bebidas alcohólicas, pero testimonios recogidos por el periódico Granma entre los sobrevivientes indican que el conductor no hizo caso a advertencias de varios pasajeros, que le pidieron que redujera la velocidad poco antes del vuelco.
El diario oficialista añadió que aún permanecen ocho personas hospitalizadas, de ellas cuatro en estado crítico, dos graves y dos bajo observación médica.
