El pasado martes 8 de julio, Lina Luaces, hija de la reconocida presentadora cubanoamericana Lili Estefan, fue coronada como Miss Universe Cuba 2025 en una gala celebrada en Hialeah, Miami. La joven de 22 años representará a Cuba en la próxima edición del certamen Miss Universo, que tendrá lugar en Tailandia en noviembre.
Aunque su triunfo marca un hito histórico —siendo apenas la segunda representante desde el regreso de Cuba en 2024—, la elección de Luaces ha desatado un mar de críticas. Más allá de su origen estadounidense, muchos cuestionan su verdadero “cubanismo” y su dominio del español. También han surgido acusaciones de “nepo baby”, pues proviene de una familia de celebridades: su madre, Lili Estefan; y es sobrina de Emilio y Gloria Estefan. Las redes sociales se inundaron de comentarios negativos tras el anuncio oficial.
En paralelo, circulan testimonios como el de una espectadora que calificó el evento de “desastre” por falta de organización, mal manejo de entradas y un ambiente de favoritismo alrededor de sus amigas participantes.
Desde Miami New Times, Celia Almeida analizó con detalle el trasfondo del rechazo. Citando la cobertura:
“A post announcing the new Miss Universe Cuba winner was flooded with negative comments… criticized the contestant for everything from not being born in Cuba, to not speaking Spanish well enough, to being a so‑called ‘nepo baby’”
Frente a la avalancha de críticas, Lina Luaces rompió el silencio y defendió su título en una entrevista post-gala: aseguró que su triunfo es producto de mucho esfuerzo, desde rutina de gimnasio hasta clases intensas de español, locución y pasarela, dedicando cerca de 13 horas diarias durante meses. Algo que ciertamente no pudieron hacer otras.
“Si yo creo en mí, eso es lo importante”, afirmó con determinación.
Sus palabras buscan acallar voces que cuestionan no solo su talento, sino también su identidad cubana.
Lina ha sido reconocida recientemente por People en Español como una de “Los 50 más bellos”, y realzan su filosofía de vida centrada en el equilibrio emocional, espiritual y físico. En este entorno de presión, ella subraya una rutina disciplinada: espiritualidad, ejercicio, salud mental y nutrición.
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Quizás la crítica más sustentada es su dicción en español, ciertamente pobre y sobre la que Lina deberá trabajar arduamente. Sin embargo, cabe recordar que el concurso Miss Universe Cuba está abierto a exiliados e hijos de cubanos nacidos fuera de la isla, lo cual desde su lanzamiento ha generado debate sobre qué significa realmente “representar a Cuba”. Que Lina no esté tan identificada con la Cuba actual – la cual ni siquiera ha visitado – y que su dicción en español sea ciertamente pobre, es quizás el elemento que más armas le da a sus críticos.
No obstante, tiempo tendrá – y recursos financieros tiene – para perfeccionar alguna que otra frase que tenga que decir en español a la hora de presentarse ante el público en el certamen.
Ahora bien, más allá de si Lina Luaces es una “nepo baby” o no, y de si su español es digno de Telemundo o no tanto, hay una cosa que nadie quiere decir en voz alta: haberla seleccionado puede ser, subjetivamente, un acierto. ¿Por qué? Porque su apellido, para bien o para mal, genera ruido. Y en estos concursos, como en casi todo hoy día, el ruido importa.
Que los medios hispanos en Miami, y hasta los nacionales en Estados Unidos, estén pendientes de Lina, le dediquen titulares y segmentos en televisión, nos pone en el mapa. ¿Que lo hacen por quién es su madre? Probablemente. ¿Y eso qué? Si esa exposición se traduce en visibilidad para Cuba como país concursante, y termina atrayendo apoyos, miradas o hasta votos en Miss Universo, bienvenido sea el escándalo.
Porque no nos engañemos: en el mundo de los certámenes, las cámaras son como el oxígeno. Y Lina trae cámaras por default. Así que si llega a Tailandia, brilla y hasta gana, todos los que ahora gritan “fraude” seguramente la aplaudirán hasta la saciedad. Y ahí sí que vamos a ver cómo se calla el presunto odio… o cómo se disfraza de orgullo patriótico.
Mientras la controversia sigue generando debate en las redes y entre el público cubano, Lina Luaces se prepara a conciencia para su participación en Miss Universo, decidida a mostrar una Cuba diversa y una versión auténtica de su identidad.
