La reciente inauguración de 23 contenedores como “viviendas” para los damnificados del huracán Oscar en Guantánamo ha dado mucho de qué hablar en redes sociales, donde han sido calificadas como “hornos para humanos”.
Según informó la prensa oficialista, estas estructuras, que forman parte de la primera parte de la entrega, han sido adaptadas con puertas y ventanas en la comunidad de Buena Vista, en el municipio de San Antonio del Sur, uno de los más afectados por el ciclón que azotó el oriente cubano en octubre de 2024 y dañó más de 13 mil viviendas.
Los contenedores reciclados provenían de un parque fotovoltaico y fueron transformados por varias empresas estatales y direcciones de Vivienda.
De acuerdo con las autoridades, serían en total 60 contenedores, equipados con dos habitaciones, baño, cocina y sala.
Si bien muchos internautas reconocieron que en muchas partes del mundo se construyen casas móviles en contenedores, no pocos han recalcado que, las entregadas en Guantánamo, son para morirse de calor.
“Nos vamos a asar ahí dentro”, reconoció uno de los beneficiarios de esta supuesta “solución habitacional”, citado por la página de La Tijera.
“En Europa se usan y quedan geniales, diseños cómodos, funcionales, con terrazas, puertas de cristal de correderas… y sobre todo aislante térmico en las paredes. Así, a pelo, literalmente el que toque una pared durante el día, ahí mismo queda el pellejo hecho chicharrón”, destacó un usuario.
“Chacho, eso nadie lo tiene ahora mismo. La tecnología de Cuba, final”; y “Cuando lo coja el solsticio de verano va a parecer que están en la Antillana de acero fundiendo láminas”; “Esa lata debe meter un calor que se van a derretir”; y “Van a brincar como rositas de maíz en horno microondas”, comentaron otros en tono jocoso.
Según varios reportes en redes, los vecinos se han mostrado preocupados por el calor extremo dentro de estas estructuras metálicas, así como la falta de energía eléctrica para tener una ventilación eficiente.
Yoel Pérez García, primer secretario del Partido Comunista en Guantánamo, llamó a acelerar las obras, que avanzan con mucha más lentitud de lo esperado, y a “aprovechar al máximo” la estructura metálica de los módulos, protegidos contra la corrosión con capas de pintura.
Pese a que el gobierno ha asegurado que esta solución será “temporal”, vivir dentro de una caja metálica sin aislamiento adecuado en un clima como el del oriente de la isla, donde las temperaturas promedian más de 30 grados y pueden alcanzar los 35 o más, representa un riesgo serio para la salud, especialmente para niños y ancianos.
