Migrantes de diferentes nacionalidades, principalmente cubanos, denunciaron que agentes del Instituto Nacional de Migración (INM) en Veracruz los bajaron de los autobuses pese a portar permisos temporales otorgados por la entidad federal.
Los migrantes formaron parte de la caravana que salió de Tapachula el 1 de octubre y que luego de 20 días de tortuosa caminata se disolvió en Oaxaca, a unos 500 km de la Ciudad de México adonde pretendían llegar.Unas 200 personas de Cuba, Haití, Venezuela y Centroamérica, intentaron avanzar pese al cansancio, en medio de lluvias y fuertes vientos, muchos de ellos con menores.
Integrantes de la caravana migrante autodenominada Por la Libertad denunciaron haber sido engañados por personal del INM. De acuerdo a «Diario del Sur» los extranjeros señalaron que los documentos entregados por la dependencia les permitirían transitar de manera regular hacia la capital mexicana, según les dijeron los agentes de migración. Sin embargo, al ingresar a Veracruz, los autobuses en los que viajaban fueron detenidos en un retén y obligados a descender.
De acuerdo con los testimonios recogidos por el medio de Tapachula, las autoridades migratorias que las interpelaron argumentaron que el documento que les dieron “no era válido” para continuar su trayecto hacia el centro del país.
Víspera de la salida desde Tapachula, la presidenta mexicana Claudia Sheinbaum había asegurado que su gobierno daría seguimiento a esta caravana ofreciendo apoyo humanitario y facilitando opciones para que los migrantes regresen a su país o permanezcan en México con oportunidades de regularización, una estrategia que ha permitido que desde el inicio de su administración que ninguna caravana haya llegado a la frontera norte con los Estados Unidos.
Los migrantes señalaron que, al estar en Oaxaca, compraron boletos para avanzar en autobús, pero al llegar a Veracruz fueron bajados y trasladados a una unidad de migración. Uno de los participantes indicó a «Diario del Sur» que al menos 78 personas fueron interceptadas en un punto de control en el municipio de Oluta, llevadas a una estación migratoria y hasta ahora desconocen su situación.
Los afectados explicaron que los permisos entregados en Oaxaca tenían una vigencia de siete días y fueron presentados ante los agentes en Veracruz sin éxito. Comentaron que, al salir de Chiapas, el 1 de octubre, preguntaron a los agentes de Oaxaca si podrían viajar sin problemas, y la respuesta fue afirmativa, pero en los retenes les dijeron que debían descender, escribió «Diario del Sur».
Los migrantes calificaron la situación como un “abuso”, pues caminaron más de 300 kilómetros desde Tapachula a Oaxaca y gastaron sus limitados recursos para intentar llegar a la Ciudad de México. Hasta el momento, el INM no ha emitido una postura oficial sobre la validez de los documentos entregados ni sobre los extranjeros retenidos en Veracruz, narró el periódico chiapaneco.
El pasado fin de semana la caravana de diversas nacionalidades se había dividido en Tonalá, en la costa de Chiapas después de que unas 160 personas se entregaron a las autoridades migratorias, con la promesa de que recibirían la documentación necesaria para continuar.
Extranjeros también dijeron que mediante operativos en la costa de Chiapas, las autoridades migratorias habían detenido a algunas personas que se quedaron rezagadas en la caminata, y han sido trasladadas a Tuxtla Gutiérrez, y otras a Tapachula a la estación migratoria Siglo XXI.
Cubanos, venezolanos y de otras nacionalidades temían una deportación según «El Orbe».
