Hany Díaz, la bailarina exótica de Miami que fue durante años la compañera (intermitente) del polémico reguetonero Chocolate MC, parece haber cerrado para siempre su historia de amor con el artista cubano.
Hace menos de un año, en plena efervescencia emocional, Hany decidió tatuarse la cara de su entonces pareja en una de sus piernas, justo cuando él enfrentaba serios problemas legales. Fue un acto de amor radical, con sabor a súplica, pero los meses pasaron y el ídolo del reparto terminó otra vez entre rejas… y fuera del corazón de Hany.
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Y como quien arranca una página dolorosa, la joven sorprendió a sus seguidores esta semana mostrando en Instagram su nuevo tatuaje: una rosa roja intensa que cubre por completo la imagen del reguetonero. “Súper encantada con esta belleza”, escribió con evidente alivio.
Para quienes han seguido la historia, este giro no es cualquier cosa. Hany y Chocolate fueron protagonistas de una de las tramas más intensas de la farándula urbana cubana. A finales de marzo, ella misma lo acusó de secuestro, una denuncia que derivó en su arresto. Pero en un vuelco tan sorprendente como habitual en este tipo de relaciones, semanas después Hany anunció su perdón… y se tatuó su cara.
Ahora, con Chocolate nuevamente detenido y enfrentando una larga lista de cargos que van desde asalto hasta posesión de armas, Hany ha decidido girar la página. Ya no hay rastro del “Rey del Reparto” en su piel, ni en su narrativa digital. En su lugar, una flor poderosa que grita “aquí florezco yo”.
Los comentarios no tardaron. Mientras algunos seguidores aplauden su valentía, otros no pueden evitar recordar el tatuaje anterior como un símbolo de advertencia sobre las pasiones que nublan la razón.
