Cuando Belissa Cruz caminaba por la calle con su hijo en cochecito y un hombre la acompañaba, algunos ojos indiscretos vieron más de la cuenta. Aquel hombre era Bárbaro Marín, y lo que para ella era simplemente una escena cotidiana se convirtió, para otros, en la prueba irrefutable de un romance secreto. O peor: de una paternidad encubierta.
En una entrevista reciente para el canal de YouTube “Familia Cubana”, ambos actores decidieron ponerle punto final al viejo rumor que los vinculó sentimentalmente. En medio de risas y confesiones sorprendentes, se sacudieron las etiquetas que por años les colgaron los chismosos de oficio.
“Yo estaba sola con la barriga y Bárbaro iba a la casa y me sacaba a almorzar, después me veían con el coche y el niño rubio de ojos azules y decían: mira…”, relató Belissa, entre divertida e incrédula. El propio Néstor Jiménez, también presente en la conversación, reconoció que en su momento le dieron el rumor por cierto. Nadie confirmaba nada, pero todos lo repetían.
Lea más: Bárbaro Marín regala serenata a su mamá de 80 años: “¡El mejor público!”
Marín, uno de los pesos pesados del cine y la televisión cubana, ha protagonizado dramas, comedias y hasta las pesadillas de algunos detractores que, según él mismo confiesa, han llegado al punto de inventarle de todo: “Me han cambiado hasta el sexo, me han puesto Sida, me han matado…”, soltó el actor con ironía.
“¿El rumor más loco que yo escuché? Que yo era de la Seguridad del Estado de este país”, agregó. “No te creas todo lo que tú ves”
Belissa, por su parte, ha ido construyendo una carrera propia, no exenta de titulares sensacionalistas. El supuesto vínculo con Marín tomó fuerza, según se comentó en la entrevista, debido a la estrecha relación que él tenía con la madre de la actriz.
Lea más: Néstor Jiménez rompe el silencio sobre su salida de “Para bailar”
La entrevista sirvió para algo más que reírse de las habladurías. También dejó entrever una complicidad genuina entre los tres, un vínculo que trasciende lo profesional. Belissa y Bárbaro, lejos de alimentar el morbo, demostraron que no todo lo que brilla es chisme… y que la realidad, aunque más simple, suele ser mucho más interesante que cualquier invento de pasillo.
