En una casa donde la música no se apaga y el amor familiar se respira a diario, el reloj marcó la medianoche con una escena que mezcla ternura, orgullo y alegría: La Diosa, su esposo Rey El Mago y la pequeña Reychel sorprendieron a Axel, el hijo mayor de la cantante cubana, con un pastel de cumpleaños para celebrar sus 17 añitos.
La escena, captada en video y compartida en redes, muestra a Axel recibiendo el pastel con el número 17 en velitas, acompañado del mensaje de su madre: “Felicidades, amor mío. Ya tienes 17 años, príncipe hermoso, te amamos mucho”. Antes de soplar las velas, el joven se tomó un segundo para pedir un deseo en silencio, rodeado de quienes lo han acompañado en este tramo crucial de su adolescencia.
La reacción del público no se hizo esperar. Decenas de mensajes inundaron el post, celebrando el crecimiento del muchacho, recordando lo rápido que pasa el tiempo y deseándole bendiciones. Desde “ya es un hombrecito” hasta “sigue luchando, que eres una inspiración”, los comentarios reflejan el vínculo cercano que La Diosa ha construido con su audiencia, no solo desde el escenario, sino también desde su vida cotidiana.
Axel, fruto de una relación anterior de la cantante, ha vivido los últimos tres años en Estados Unidos, adonde llegó junto a su familia en enero de 2023. En ese tiempo, ha logrado adaptarse con soltura a una nueva cultura, una nueva lengua y nuevas rutinas. La artista ha compartido en más de una ocasión lo orgullosa que se siente de su hijo, no solo por su rendimiento académico, sino por su madurez emocional y su disciplina. Hace apenas unas semanas, celebraba con entusiasmo que ya manejaba con soltura a los 16 años.
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Y ese detalle no fue menor para Rey El Mago, el esposo de La Diosa, quien en abril decidió regalarle a Axel su propio automóvil: un moderno Mazda. “Te has convertido en un joven maravilloso, nos has dado muchas alegrías”, escribieron en una emotiva carta firmada por ambos. “Estamos convencidos de que te hará muy feliz. Si miras al frente, encontrarás unas llaves puestas en tu carro. ¡Deseamos que lo disfrutes!”.
El regalo no solo selló un gesto de confianza, sino también la consolidación de una relación familiar fuerte y afectiva, algo que para muchas familias cubanas en la diáspora no siempre es fácil de mantener ante los cambios y el desarraigo.





