En un escenario donde cada vez más actores cubanos buscan proyección internacional fuera de la Isla, Belissa Cruz ha tomado una decisión firme y personal: quedarse mientras tenga un plato de comida que poner sobre la mesa para su familia.
Conocida por su versatilidad en papeles icónicos como Patricia en “Asuntos pendientes” y Sandra en “Renacer”, la actriz de 35 años ha construido una carrera sólida en la televisión cubana. Sin embargo, su elección de permanecer en Cuba no responde a una falta de oportunidades en el extranjero, sino a razones profundamente arraigadas en su vida personal y emocional.
Durante una entrevista concedida en agosto a la actriz Massiel Dueñas, Cruz dejó clara su postura sobre la emigración, un tema que genera intensos debates dentro y fuera del país. “Mientras yo pueda aquí poner un plato de comida sobre la mesa para mi abuela y para mi hijo, y comérmelo tranquilamente, dignamente, no me voy”, afirmó.
Sus palabras, que han resurgido en redes sociales en las últimas semanas, destacan una convicción que va más allá de lo económico. “Yo tengo mi alma llena, así llena completamente, porque yo estoy haciendo lo que me gusta. Entonces yo te aplaudo si tú te quieres ir y trabajar en lo que quieras trabajar”.
“Lo mismo en un McDonald’s, en un no sé qué, o en una tienda vendiendo ropa y con eso eres feliz –obviamente, económicamente estás mejor–. Pero no estás ni cerca de tu familia. Yo jamás pudiera dejar a mi abuela. No puedo”, señaló.
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No obstante, la actriz no oculta las dificultades de su profesión en Cuba y reconoce que los salarios son bajos y que el trabajo es extenuante, al punto de necesitar otras fuentes de ingreso para sostener a su familia.
“Es muy triste, muy triste y muy duro que tú tengas 12 horas de trabajo […] la gente cree que los actores somos millonarios y los actores no lo somos. Y a veces ven las redes y dicen ‘mira cómo goza’, pero es la única oportunidad que tenemos de que nos inviten a un lugar a darle promoción y tomárnoslo todo y comérnoslo todo, porque lo que nos paga la televisión no nos da para estar en lugares como ese”, expresó con franqueza.
Más allá de los desafíos, Belissa Cruz enfrenta las críticas con determinación. Para ella, la decisión de quedarse en Cuba es un acto de autonomía. “Si me van a invitar aquí, voy a ir y voy a disfrutar, porque la vida es una y porque me da la gana. Y no eres quién para criticarme a mí ni para decirme que si el país está en esta situación qué yo hago ahí. Me da la gana estar […] Y yo no me voy para ningún lado, a mí que me critiquen”





