Desde sus redes sociales, el activista cubano Saúl Manuel volvió a poner rostro, voz y mar a la desesperación de cientos de isleños. Esta vez, lo hizo con dos publicaciones que han conmocionado a miles: en una, divulgó el testimonio de un grupo de 27 balseros, algunos ya en México, y en otra mostró un video reciente de cubanos prepararando una improvisada embarcación de madera. De estos dijo que ahora están en travesía; presumiblemente luchando contra las olas y la incertidumbre.
Uno de los protagonistas, Luis Enrique Igarza Corona, contó cómo su grupo enfrentó una cadena de calamidades desde el inicio.
“Todo fue un problema tras otro”, le relató a Saúl. “La lancha comenzó a hacer agua y tuvimos que sacarla a la orilla. La subimos a una zorra y se nos viró. Se rompió, le hice unos arreglos como pude, y así mismo la tiramos al agua”. De los 27 que partieron, cinco se bajaron antes de zarpar y subieron a un yate que los asistió en alta mar con combustible, alimentos y salvavidas.
Navegaron nueve días, cinco con motor y cuatro completamente a la deriva.
“Unos pescadores nos rescataron y ahí nos dividimos. Algunos ya llegamos a México”, aseguró Luis Enrique.
Los videos compartidos por Saúl no solo evidencian el drama humano, también desatan oleadas de solidaridad en los comentarios.
“Dios los proteja”, “los delfines los están guiando” y “son guerreros” son frases recurrentes en los cientos de mensajes que inundan sus publicaciones. Algunos usuarios, como Ileana López, que fue balsera en 1994, recuerdan su propio miedo al mar y celebran que “aunque estén en México, están mejor que en Cuba”.
En el segundo video divulgado, se observa otra embarcación aún en tierra, mientras es acondicionada. Según algunos seguidores de Saúl, esas imágenes fueron grabadas antes de zarpar, pero publicadas ahora por razones de seguridad. La incertidumbre es la norma en cada viaje: no se sabe cuántos llegarán, ni cuándo, ni por dónde.
Pese a las deportaciones, al endurecimiento de políticas migratorias y a los peligros crecientes, el mar sigue siendo para muchos cubanos la única vía posible hacia la libertad. “Cuba, sálvate”, se lee siempre en las publicaciones de denuncia de Saúl. Una súplica simple, pero poderosa, repetida ahora entre las olas.
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