Claudia Artiles no está para cuentos. La joven influencer cubana, con esa mezcla magnética de belleza urbana y garra maternal, ha sacudido las redes con un video que ha hecho a más de uno aplaudir con lágrimas en los ojos… y no precisamente por sus retoques estéticos (aunque de eso también se habló, ¡y mucho!).
En una publicación que ya circula como pólvora entre sus seguidores más fieles, Claudia se regaló un gesto que pocos se atreven a mostrar en público: se aplaudió a sí misma. Frente a cámara, con la frente en alto y una sonrisa que mezcla orgullo con vulnerabilidad, escribió: “Un aplauso por la madre que soy”. ¿Indirecta? ¿Respuesta? ¿Desahogo? Pues todo apunta a que fue su manera elegante, pero con carácter, de responder a las críticas que ha recibido sobre su manera de criar a su pequeño Marlito.
Y es que si algo deja claro Claudia es que madre hay una sola… y ella es de armas tomar. Su hijo, Marlon, un niño encantador que vive con síndrome de Down, es su prioridad absoluta. “Porque a mi hijo nadie me lo quita. No está maltratado ni olvidado ¡Vive como un príncipe! Mi hijo no es menos”, soltó con esa fuerza visceral que solo una madre sabe proyectar.
En el video, que ya ha sido compartido, comentado y elogiado por cientos, también lanza una frase que ha tocado fibras muy sensibles en la comunidad cubana online: “No por tener una condición se le deja de tratar como un niño normal. Se le cuida, se le guía… se le respeta”.
Palabras que más que discurso suenan a manifiesto. Claudia no solo defiende su rol como madre, sino que además exige dignidad y reconocimiento para Marlito, quien a todas luces es su motor, su espejo y su bandera.
Pero no todo ha sido intensidad emocional. Minutos antes del aplauso maternal, la influencer mostró el resultado de su más reciente retoque estético: unos labios más voluptuosos y perfilados que ya tienen a medio Instagram suspirando. “Así quedé”, escribió en una historia.
Como era de esperarse, los comentarios llovieron. Pero, para sorpresa de algunos, no fueron para criticarla, sino para aplaudir su autenticidad. “Eres excelente madre, super bella y muy natural”, “Una valiente”, y hasta un tierno “Marlito es precioso” inundaron la publicación. Sobre sus labios, las opiniones también fueron casi unánimes: “Te quedaron bellos”, “Una Barbie”, “Aplausos también para esos labios”.
Quienes siguen de cerca su vida, que ella comparte sin filtros, mostrando desde pañales hasta cenas románticas con su pareja, el también influencer Ultrack, ya lo saben: Claudia no pide permiso. Ella vive, elige y se reinventa en cada paso, con una mezcla única de ternura feroz y belleza sin complejos.
