La Diosa volvió a colocarse en el centro de la conversación tras sentarse con el youtuber Adrián Fernández, una charla en la que abrió la cortina sobre su carácter impulsivo y cómo ha trabajado para moderarlo desde que se estableció en Estados Unidos.
Sin maquillaje verbal, la cantante admitió que mudarse le impuso reglas nuevas y que, para no chocar con la ley, ha tenido que bajar revoluciones y buscar herramientas de autocontrol.
“A la Diosa de Cuba la he tenido que controlar porque si no, a mí me deportan de este país obligada. Hago sesiones de reiki, mucho reiki, yo siempre lo digo. Yo vine incorrectamente incorrecta, con un carácter incorrectamente incorrecto que no machea con un país como este. Este es un país de leyes, donde tú no puedes hacer lo que yo siempre tenía en mente, de ser agresiva… todas esas cosas están mal en este país”, explicó, dejando claro que el trabajo interno no ha sido opcional, sino una necesidad para adaptarse.
En ese mismo tono, subrayó que el motor de ese cambio es su rol en casa. “Quienes pagan son mis hijos, y yo soy primero madre antes que cantante, madre antes que guapa, madre antes que mujer, madre ante todo. Mis hijos están primero que todo. Yo puedo aguantar lo que sea, mis hijos son los que tienen que estar bien”, dijo, visiblemente conmovida.
En comentarios no pararon de aplaudir sus palabras: «Esta mujer como se puso tan linda», «Cambiaste y para ser perfecta en todos los sentidos», «Que lindas palabras wow adoré cada una de ellas», «Me diste en el corazón, que lindo lo dijiste», «Se llama superación y ser mamá 100 por ciento».
Con esa mezcla de franqueza y propósito, la intérprete se muestra en una etapa más serena: sigue siendo la misma voz potente de siempre, pero ahora pone por delante la calma, el equilibrio y el bienestar de los suyos.


















