La empresaria e influencer cubana Camila Guiribitey celebró a lo grande su primer hito como vendedora en TikTok Shop: superar los 100 mil dólares en facturación mensual. Fiel a su estilo cercano, convirtió el logro en un momento familiar y lo compartió con su audiencia en un video que se viralizó en cuestión de horas.
En la grabación, se la ve en casa, arropada por sus padres y su esposo, revisando en el móvil el tablero de ventas. Con una sonrisa cómplice, anuncia: “Vamos a revisar. La meta era que este mes yo pudiera vender 100 mil… ¡100 mil 637!”.
@camilaguiribitey_ Gracias 🙏🏻 #foryou #foryoupage #fyp #inspiration #family ♬ original sound – Camila Guiribitey
El salón estalla en aplausos y risas; se percibe el alivio del trabajo bien hecho y la alegría compartida. “Eso que acabas de ver es la reacción de mi mamá y mi papá, millonarios, y mi esposo al enterarse de que había vendido mis primeros 100 mil dólares en TikTok Shop”, explica en el clip, para enseguida dejar un mensaje motivacional: “Cada decisión, chiquita o grande, que tomes es una oportunidad. Y yo vi esa oportunidad, pero lo mejor de todo es que tenía el apoyo de mi familia, y es lo que espero para ti, es lo que deseo que tengas tú”.
Guiribitey aprovecha la pieza para enviar un dardo a la procrastinación y al miedo escénico de emprender: “Si en estos momentos las personas que están alrededor tuyo no son así, no creo que es ahí (…). Si tenías miedo o no estás segura de que quieres volver a la escuela o de dar el paso en tu nuevo trabajo, amor, tómalo. El tren de las oportunidades no pasa tantas veces”.
También vuelve sobre el mantra que, dice, la acompaña desde niña: “Si hay algo que yo siempre llevo conmigo son las palabras de mi mamá y mi papá: si quieres ser peluquera, tienes que ser la mejor peluquera”. Y aterriza esa filosofía en su rutina diaria: “Y es justo lo que yo he hecho con TikTok Shop. Me levanto temprano, hago mis videos, los edito, los subo, hago lives… porque cuando uno quiere algo, tiene que ser tan fuerte ese algo que tú quieras, porque cuando se quiere se puede”.
Con disciplina, constancia y un relato transparente, Camila marca otro punto a favor en su viraje al social commerce, mientras su comunidad —y su familia— le hacen barra desde la primera fila.





