El nombre de Leandro Medina Fellové volvió a circular con fuerza en la comunidad cubana del sur de la Florida, aunque esta vez lejos de los escenarios. El rapero, conocido por todos como Insurrecto, terminó bajo custodia de las autoridades migratorias de Estados Unidos después de verse involucrado en un accidente en Fort Myers, ocurrido justo al concluir su última presentación. Según el reporte divulgado por la cuenta Un Martí To Durako en Instagram, el artista conducía bajo los efectos del alcohol cuando fue detenido.
La situación dio un giro inesperado pocas horas después. Cuando Insurrecto se preparaba para salir en libertad, agentes de ICE intervinieron y lo trasladaron directamente al Centro de Detención de Florida Soft Side South. No terminó ahí: el propio reporte señala que, más tarde, fue movido a un centro de detención en Arizona, dejando a sus allegados sin un panorama claro del proceso que enfrenta.
Quienes han seguido de cerca su regreso a los escenarios comentan que Medina había estado cerrando una pequeña gira por varias ciudades del sur de la Florida. Era su manera de recuperar presencia en un circuito musical donde todavía guarda respeto y memoria. Sus presentaciones buscaban reconectar con ese público cubano que lo acompañó desde los años duros del rap en la isla.

Pero el incidente automovilístico cambió el rumbo. Los cargos asociados al choque complican, según fuentes consultadas, cualquier intento de regularizar su estatus migratorio en Estados Unidos. ICE, por su parte, no ha ofrecido declaraciones oficiales ni precisado qué camino tomará el caso, aunque la posibilidad de una deportación está sobre la mesa.
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Para quienes vivieron el auge del movimiento urbano en Cuba a inicios de los 2000, el nombre de Insurrecto despierta recuerdos inmediatos. Fue una de las voces clave del dúo Clan 537, proyecto que compartió con Baby Lores y que dejó una marca profunda en la identidad musical de una generación. El grupo fusionó rap, hip hop y ritmos callejeros con un lenguaje que conectó tanto con barrios capitalinos como con jóvenes de toda la isla.
Con el paso de los años, Medina buscó nuevos horizontes en Estados Unidos. Su apuesta se centró en ciudades donde la diáspora cubana mantiene una vida cultural activa, confiando en que la cercanía con ese público le permitiría relanzar su carrera. Aunque no logró un gran escaparate comercial, sí se mantuvo presentándose en espacios donde su nombre todavía genera curiosidad y nostalgia.
En octubre de 2023, el músico fue arrestado en Nebraska, presuntamente después de protagonizar una pelea en una gasolinera. No sería la primera ocasión en Insurrecto se mete en problemas con la ley. Según recuerda América Tevé, en enero de 2019, fue captado en un supermercado Sedanos en Miami robando unos productos, acción que no pudo concluir porque fue sorprendido. Ese mismo año, durante un concierto en Las Vegas, el artista fue agredido luego de salir de una presentación en una fiesta privada y volvió a ser el centro de atención en los medios.





