La cantante cubana La Diosa encendió las alarmas entre sus seguidores tras publicar un video en redes sociales en el que explicó, con absoluta franqueza, el episodio de salud que la tuvo mareada, preocupada y en riesgo de cancelar presentaciones recientes. Entre gratitud y alivio, la artista detalló paso a paso lo que vivió, confesando que todo comenzó con una costumbre que ahora reconoce peligrosa: introducir objetos en sus oídos para aliviar una picazón persistente.
Según narró, arrastraba desde Cuba una bacteria en los oídos que requería tratamiento con antibióticos. Sin embargo, admitió que en varias ocasiones no completó los ciclos indicados, lo que provocó infecciones cada vez más fuertes. Esa molestia constante la llevó a recurrir a palillos, ganchitos y hasta sus propias uñas para rascarse. “Era verdaderamente insoportable la picazón que yo sentía en mis oídos”, lamentó.
Las consecuencias no tardaron en aparecer. La Diosa comenzó a perder el equilibrio, sufrió mareos intensos y episodios en los que el entorno “daba vueltas” incluso estando acostada. “Perdí el equilibrio, me caía… cuando me ponía de lado me daba vuelta todo”, relató, describiendo el nivel de angustia que llegó a sentir. La situación fue tan seria que temió no poder cumplir con el concierto que ofreció recientemente en Hialeah. Aunque logró presentarse, reconoció que experimentó dos mareos durante el show.
Alarmada por la persistencia de los síntomas, decidió buscar ayuda médica. Los doctores volvieron a recetarle antibióticos, que esta vez tomó de forma estricta, pero los mareos continuaban. Su médico, lejos de conformarse con la hipótesis de la bacteria, ordenó estudios más profundos ante la posibilidad de que hubiera un problema neurológico. La espera por los resultados, confesó, fue uno de los momentos más tensos del proceso. “Fue angustiante para mí esperar los días de resultado”, dijo.
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El alivio llegó cuando los exámenes descartaron complicaciones mayores. “Gracias a Dios… no era nada más que me dañé los oídos”, explicó con evidente emoción. El susto, sin embargo, le dejó un aprendizaje contundente que decidió compartir como advertencia. “No hagan lo que yo hice… ya no voy a meterme más palillos en los oídos, ni las uñas ni nada”, afirmó.
Aunque todavía siente “un poquito de mareo”, asegura que está mucho mejor y confía en estar recuperada al 100% para su concierto del 27 de diciembre en El Patio de Robertico. Con la determinación que la caracteriza, recordó que tiene “dos hijos que echar pa’lante” y que piensa seguir adelante con fuerza pese al mal rato vivido.





