Ni Hermione Granger, con todo su conocimiento enciclopédico, ni una varita mágica con un buen “Reparo legalis” pudieron evitarlo: Emma Watson ha sido sancionada con la suspensión de su licencia de conducir durante seis meses tras acumular múltiples infracciones por exceso de velocidad en el Reino Unido. La actriz británica, conocida mundialmente por su papel en la saga de Harry Potter, se suma así a la larga lista de celebridades que descubren que la fama no basta cuando se trata de cumplir con la ley, aunque sea por solo 8 millas de exceso.
Según confirmaron y revelaron medios como The Los Angeles Times, BBC, Fox News y The Times, Watson fue penalizada por una serie de infracciones registradas por cámaras de velocidad automática. La conocida y odiada «camarita».
La justicia británica, que en este tipo de casos es particularmente estricta, determinó que las violaciones al límite de velocidad eran reiteradas y suficientes para justificar la suspensión. Además, la actriz recibió una multa económica ascendente a algo más de mil dólares.
La BBC detalló que la actriz de 34 años no compareció personalmente ante la corte, pero aceptó los cargos a través de su defensa legal. Los hechos ocurrieron en Londres y sus alrededores, y algunas de las infracciones involucraron velocidades por encima del límite permitido en zonas urbanas, aunque algunos de esos «por encima del límite», eran apenas unas millas que no llegaban ni a diez por hora.
Así sucedió con la citación del 31 de julio de 2024 cuando, según The Mirror, la actriz, que ya tenía en su record citaciones en octubre y noviembre de 2023, y enero de 2024, fue capturada por el incómodo flash circulando en su Audi A3, a 38 millas por hora en una zona de 30. Es el mismo carro que le fue levantado por la grúa en febrero de 2024, luego de que la actriz lo parqueara, en una zona de parqueo prohibido, lo cual provocó que algunos carros estuviesen bloqueados durante al menos tres horas hasta que llegase la grúa.
Emma Watson, quien más allá de su carrera en el cine, es conocida por su activismo feminista y su trabajo con las Naciones Unidas, no ha ofrecido declaraciones públicas al respecto. Su entorno, tampoco ha desmentido los reportes.
Sin embargo, este episodio revela que ni una imagen pública cuidadosamente cultivada ni una trayectoria impecable en otros ámbitos garantizan inmunidad ante los radares de tráfico. Como ironizó The Times, “ni los encantamientos de Hogwarts la salvaron esta vez”.
Curiosamente, Watson no fue la única figura pública multada esta semana: la actriz Zoë Wanamaker, quien interpretó a la profesora Hooch en Harry Potter y la piedra filosofal, también fue sancionada por conducir a exceso de velocidad. El tabloide británico Daily Mail no tardó en bautizar el asunto como “la semana negra para el elenco de Hogwarts sobre ruedas”.
Las reacciones en redes sociales no se hicieron esperar. Algunos fans se lo tomaron con humor: “Emma Watson multada por ir demasiado rápido… como cuando resolvía los acertijos antes que todos”, escribió un usuario en X (antes Twitter). Otros fueron menos indulgentes, criticando la ligereza con la que algunas celebridades tratan las normas viales.
¿Culpable el pie… o el coche?
Algunas voces —más humorísticas que jurídicas— se preguntaron si tal vez no sería culpa del carro. Emma Watson ha sido fotografiada conduciendo un Audi A3 Sportback, un modelo compacto premium que combina diseño elegante con buena respuesta en carretera. Pero ¿podría este coche inducir, digamos, cierta alegría en el acelerador?
Es poco probable. A diferencia de los superautos como McLaren, Lamborghini o Ferrari —vehículos que suelen “ahogarse” o comportarse con brusquedad a baja velocidad debido a su calibración para pista— el Audi A3 está diseñado justamente para la conducción urbana y equilibrada. Sus versiones más comunes, como el 1.5 TFSI de 150 CV o el 2.0 TDI, priorizan la suavidad de marcha, no la agresividad.
Incluso las variantes más deportivas del modelo, como el S3 o el RS3, aunque potentes, no presentan ese “nerviosismo” en bajas velocidades que sí afecta a los bólidos italianos o británicos de motor central. Por tanto, la sensación de que el coche “se ahoga” o “se le va a apagar” —algo típico en un Lamborghini si se lo obliga a circular en una calle de Londres— no es aplicable en este caso, y por tanto Emma Watson no hubiese podido siquiera esgrimir esta «excusa mágica» ante el juez.
Cuando la magia no alcanza
La ironía del caso ha hecho las delicias de los titulares: “Emma Walks-on”, tituló con sorna The Los Angeles Times. Y no faltaron los memes en redes sociales: “Hermione rompió las reglas otra vez… pero esta vez sin puntos extra para Gryffindor”.
Más allá del humor, el episodio deja claro que ni la fama ni el activismo —Watson es embajadora de buena voluntad de ONU Mujeres— otorgan inmunidad frente a las normas del tránsito. Durante los próximos seis meses, deberá desplazarse sin volante, al menos hasta que recupere su derecho a conducir. Y aunque en el universo de Harry Potter se puede aparecer y desaparecer con un hechizo, en el Reino Unido real, la única velocidad aceptada es la que marcan los límites legales.
Eso sí, si hay algo que puede presumir, es que al menos no necesitó un coche volador para meterse en problemas. Uno de cuatro ruedas bastó.
foto de portada: Imagen recortada de una fotografía original de Kurman Communications LLC, tomada en la premiere de “La Bella y la Bestia” (marzo de 2017). Licencia CC BY 2.0.
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