La cubana Viena García denunció el traumático episodio vivido por su hijo de 11 años, diagnosticado con autismo, en las instalaciones de Ponce de León Middle School, en Coral Gables, en el condado de Miami-Dade, el pasado 27 de febrero.
Según declaró angustiada la madre a Telemundo 51, su hijo fue víctima de una grave violación a su privacidad en el baño de la escuela, ya que un estudiante de octavo grado, de 13 años, lo grabó mientras realizaba sus necesidades fisiológicas, captando partes íntimas de su cuerpo sin su consentimiento ni conocimiento.
“Mi hijo comenzó a despertar en medio de la noche. Cuando le pregunté si tenía pesadillas, me respondió: ‘Sobre el chico en el baño’”, contó García.
“Este estudiante sabía perfectamente que mi hijo tiene una condición especial. No solo lo grabó por detrás mientras estaba en el urinario con los pantalones bajados, sino que además subió ese contenido a redes sociales”, expuso molesta.
Desde la óptica de García, pese a que la administración del colegio fue alertada por otros dos estudiantes sobre lo sucedido, las medidas tomadas han sido insuficientes.
“Constantemente me decían: ‘Confía en nosotros. Estamos trabajando en ello’, pero algo me decía que nada significativo iba a suceder”, lamentó la cubana, que piensa que algo así debiera concluir con la “expulsión inmediata” del responsable.
Posteriormente, García presentó una denuncia formal contra el estudiante que habría agredido a su hijo, un menor con autismo, porque “me preocupa que este comportamiento pueda ser recurrente”. “No sé si a mi hijo le tocó ser la primera víctima o si este estudiante ha hecho algo similar antes”, subrayó.
Por ende, de acuerdo con documentos oficiales proporcionados por la Fiscalía, el adolescente de 13 años enfrenta ahora cargos por voyerismo.
La madre también destacó que el incidente ha tenido un impacto psicológico significativo en el niño, que presenta alteraciones del sueño y un cambio marcado en su comportamiento habitual.
Expertos en psicología infantil advierten que el acoso puede ser especialmente devastador para menores dentro del espectro autista, quienes tienen dificultades para procesar eventos traumáticos y expresar emocionalmente lo ocurrido.
El Distrito Escolar de Miami-Dade se limitó a señalar que está “consciente del incidente” y se negó a ofrecer más declaraciones alegando “litigios pendientes” relacionados con el caso, que tiene una audiencia programada para finales de este mes.





