Se desconoce qué opina y hará la Confederación Mundial de Béisbol y Softbol ante el último paso innovador de la Major League Baseball (MLB) en el arbitraje con sus «umpires robots».
Tampoco está claro si una liga como la cubana tendría chance de acceder a esa tecnología por sus costos o a lo mejor los peloteros millonarios que ha exportado le hacen una donación a la Isla, tras el visto bueno de las autoridades estadounidenses.
Lo cierto que esta semana la MLB anunció planes para probar el Sistema Automatizado de Bola-Strike (ABS) durante los entrenamientos de primavera en 13 estadios que albergan a 19 equipos, con el potencial de implementarla de manera permanente en la temporada regular de las Grandes Ligas en 2026.
Así que también existe la posibilidad de que los robots aparezcan un mes antes de su inicio, en marzo, en el Clásico Mundial de Béisbol cuyo principal responsable es la MLB.
El ABS se ha estado ensayando en las ligas menores desde 2019. Si bien el sistema aún está depurando la zona de strike, emplea cámaras de alta velocidad y algoritmos avanzados para determinar con precisión si un lanzamiento es una bola o un strike, eliminando así la subjetividad del juicio humano.
Pero primero se tendría que llegar a un acuerdo para su uso en la Gran Carpa con la Asociación de Árbitros de Béisbol de las Grandes Ligas, cuyo convenio de negociación colectiva expira el 1 de diciembre.“Me interesaría tenerlo en 2026”, dijo el miércoles el comisionado de béisbol Rob Manfred después de una reunión de propietarios. “Tenemos una obligación de negociación colectiva allí. Obviamente, es un término y condición de empleo. Vamos a tener que resolver ese tema también”.Como van las cosas, parece que en un futuro cercano ya dejarían de oirse en las gradas «! ámpaya, cuchillero! » entre otras palabrotas,y empezar a escuchar «!robot, cegato»!…
Manfred afirmó que será necesario evaluar el experimento de los entrenamientos de primavera antes de que la MLB determine los próximos pasos. «Hay dos aspectos de esa prueba», explicó. «Se trata de lo que piensan los equipos y también de lo que piensan los jugadores. Vamos a tener que analizar ambos aspectos».
Los estadios de la Triple A utilizaron ABS este año por segunda temporada consecutiva, pero hay poco interés en adherirse estrictamente a la zona de strike tal como se define en el libro de reglas, y MLB ha experimentado con modificaciones durante las pruebas de ligas menores.Actualmente, la ABS canta los strikes basándose únicamente en dónde la pelota cruza el punto medio del plato, a 21,6 centímetros del frente y del fondo. Este año, la parte superior de la zona de strike se aumentó al 53,5 % de la altura del bateador, en comparación con el 51 %, mientras que la parte inferior se mantuvo en el 27 %.
En los primeros dos meses y medio de la temporada de la Triple A, se utilizó un sistema híbrido: los robots dictaban las sentencias de los tres primeros partidos de una serie, mientras que los humanos se encargaban de los últimos tres juegos. A partir del 25 de junio, la MLB volvió a utilizar exclusivamente arbitraje humano.
Durante la segunda mitad de la temporada, cada equipo de la Liga de la Costa del Pacífico tuvo derecho a tres impugnaciones por partido, mientras que los de la Liga Internacional tuvieron dos. Los equipos conservaron su cuota de revisiones de jugadas si tenían éxito, siguiendo las normas peticiones de de video de las Grandes Ligas.
«Creo que tendremos una prueba ABS en los entrenamientos de primavera que brindará una oportunidad significativa para que todos los jugadores de las Grandes Ligas vean cómo será el sistema de desafío», dijo Manfred. «No será en todos los estadios, pero de hecho tenemos un plan en el que todos los equipos tendrán una exposición significativa».
Muchos aficionados cubanos agradecerían la «invasión de robots» luego de los sonados escándalos que se han visto en los últimos años
La empresa que ha estado trabajando en esta novedad en las Ligas Menores es la que también construye una sofisticada tecnología de seguimiento de bolas para golfistas. En la práctica, es bastante simple: los árbitros deslizan un iPhone en su bolsillo trasero y un auricular en su oído, y el sistema señala bola o strike en sus auriculares después de cada lanzamiento. Parte del objetivo ha sido hacer que el producto en el campo se vea igual, con umpires haciendo las llamadas, sin imaginarnos que habrá un robot descomunal de 400 libras parado detrás del home plate (aunque algunos humanos parecidos han actuado en la Isla). Los «robots» de Manfred buscan mayor rapidez y precisión.



















