En una de las transacciones más destacadas de los últimos años, la legendaria banda de rock británica Pink Floyd ha vendido su catálogo de música grabada, así como los derechos sobre su nombre y semejanza, a Sony Music por aproximadamente $400 millones de dólares. Esta venta, confirmada por varias fuentes cercanas al acuerdo, representa un importante hito en la industria musical y se ha gestado tras años de discusiones y desacuerdos entre los miembros del grupo, según People.
El acuerdo incluye los derechos sobre las grabaciones musicales de la banda, lo que significa que Sony Music ahora controlará la distribución y el uso de los álbumes icónicos de Pink Floyd, como Dark Side of the Moon, The Wall, Wish You Were Here, Animals y Meddle, entre otros. Sin embargo, la venta no incluye los derechos sobre las composiciones y letras de las canciones, que permanecen en manos de los autores individuales. Asimismo, el trato abarca los derechos sobre el nombre y la imagen de Pink Floyd, lo que permite a Sony beneficiarse del uso de su marca en productos de merchandising, películas y otras oportunidades comerciales.
Un catálogo invaluable
El catálogo de Pink Floyd es considerado uno de los más valiosos de la música contemporánea. La banda, fundada en Londres a mediados de los años 60, ha dejado una huella indeleble en la historia de la música, siendo pioneros del rock progresivo y psicodélico. Su álbum Dark Side of the Moon ha pasado más de 900 semanas en la lista de éxitos de Billboard 200, convirtiéndose en uno de los discos más vendidos de todos los tiempos.
Este acuerdo con Sony no es una sorpresa completa. Durante años, Pink Floyd había estado buscando vender su catálogo, y en 2022 casi se concreta una venta por $500 millones de dólares, pero el trato se vino abajo debido a tensiones internas entre los miembros del grupo, en particular entre el cofundador y bajista Roger Waters y el guitarrista David Gilmour. Las polémicas declaraciones de Waters sobre temas políticos, como su apoyo a Rusia en la invasión de Ucrania y sus comentarios críticos hacia Israel, complicaron el proceso de venta. Algunos compradores potenciales se retiraron debido a la controversia, lo que afectó el valor del acuerdo original.
Las posiciones políticas de Roger Waters han sido una fuente constante de tensiones dentro de la banda. Sus declaraciones sobre Israel, a quien ha comparado con el régimen nazi, y su defensa de Rusia en el conflicto con Ucrania, lo han convertido en una figura polarizadora tanto dentro como fuera de la industria musical. Estas posturas no solo han complicado las relaciones dentro de la banda, sino que también han llevado a la cancelación de conciertos y al deterioro de su carrera como solista. A pesar de la controversia, Waters sigue siendo una figura clave en la historia de Pink Floyd y su legado musical.
El legado de Pink Floyd
La venta del catálogo y derechos de Pink Floyd marca el final de una era para la banda, que no ha lanzado música nueva desde 2014. El álbum The Endless River, que contó con la participación de David Gilmour, Nick Mason y Richard Wright, fue el último esfuerzo colaborativo de los miembros supervivientes. Sin embargo, la influencia de Pink Floyd sigue siendo palpable en la música actual, con generaciones de fans que continúan descubriendo su música y su estética visual única, en gran parte creada por la firma de diseño británica Hipgnosis.
Sony Music, que ha estado activa en la compra de otros catálogos importantes en los últimos años, como los de Bob Dylan, Bruce Springsteen y Queen, ahora tiene en sus manos una de las joyas más preciadas de la música rock. Se espera que el acuerdo permita a la compañía expandir el legado de Pink Floyd a nuevas generaciones a través de medios como el cine, la televisión y productos relacionados con la marca.
Con este acuerdo, Pink Floyd se une a una creciente lista de artistas que han optado por vender sus catálogos en un momento en que la demanda de música icónica sigue en aumento, reflejando el valor duradero y la importancia cultural de su obra.
PEOPLE contactó a representantes de Pink Floyd y Sony, pero no recibió una respuesta de inmediato.
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