Lo que hasta hace poco eran rumores en redes sociales hoy es un hecho consumado: la creadora de contenido Samantha Hernández y el joven reguetonero L’Kimii se han convertido en una de las parejas más seguidas de la farándula cubana. Si bien el inicio de la relación fue marcado por un beso que el artista le robó en pleno escenario, hoy la influencer asegura que fue ella quien dio los primeros pasos para llamar su atención.
En una entrevista reciente, Samantha decidió contar, sin rodeos, cómo nació su relación con el reguetonero y no tuvo reparos en admitir su insistencia a la hora de tomar la iniciativa. “Estoy feliz ahora mismo. No estoy soltera. Me robé al negro lindo que a todos les gusta. Es mío. Me lo robé, literal”, dijo entre risas en el canal El Chunguito.
Recordó que, al inicio, Kimii “se hizo el duro” y parecía esquivo, aunque siempre la trató con respeto durante los proyectos que compartían. Esa distancia fue para ella un reto: “Nosotras las mujeres, cuando alguien nos llama la atención, ya esa atención nos la tomamos de otra manera… y ya empecé a medirlo, y no era para ropa”, comentó en tono pícaro.
La chispa, según relató, se encendió en la grabación del videoclip de “Instagram”. Allí comenzó a sentir que algo especial podía surgir, aunque él no daba el primer paso. Fue entonces cuando decidió arriesgarse: “Después del video de Instagram, fluyó. Yo fui la que le disparé a él. Después pasaron cosas y llegó el momento del concierto”.
Ese concierto, celebrado en el Watsco Center, se convirtió en el escenario de la confirmación pública. Ante miles de personas y con cámaras registrando cada detalle, ambos se dieron un beso que incendió las redes sociales. Samantha confesó que no estaba preparada para algo tan repentino: “Me dijeron que iba a haber un beso, pero no me lo creía. Por eso me sorprendí. Me sentí bien con ese momento. Ha sido mi primera vez en muchas cosas”.
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La influencer también resaltó la actitud del cantante desde que oficializaron lo suyo: “Está siendo mejor de lo que esperaba. Muy lindo”. Con esas palabras quiso subrayar que, detrás de la imagen de artista urbano, hay un compañero atento que la ha hecho sentir cómoda y respaldada en esta nueva etapa.
Aun así, Samantha fue clara en que prefiere mantener ciertos límites en la exposición pública: “No me gusta hablar mucho sobre nuestra relación porque la gente intenta destruir, pero te puedo decir que la choqué con ese hombrazo”, bromeó, fiel a su estilo desinhibido.
