El gobierno cubano cuenta con un 92 por ciento de desaprobación entre la población y entre los más jovenes ese número desciende hasta debajo del 3,4 por ciento, de acuerdo a un estudio del Observatorio Cubano de Derechos Humanos (OCDH).
La investigación señaló además que los apagones son la principal preocupación de los cubanos por encima de la falta de alimentos y de sus altos precios.
El estudio señala que un 72 por ciento de los cubanos dice estar preocupado por los reiterados cortes en el suministro eléctrico de la isla, un punto más que quienes aluden a la falta de alimentos, mientras que el coste de la vida (61 por ciento), los salarios (45 por ciento) y la salud pública (42 por ciento) figuran a continuación, explicó Infobae.
La investigación estuvo basada en 1.344 entrevistas y según la publicación «pretende poner el foco sobre la situación social de un país en el que el 89 por ciento estaría en situación de extrema pobreza –entendiendo como tal un ingreso diario personal menor a los 1,90 dólares.
El OCDH indicó que siete de cada diez cubanos dejan de saltarse alguna comida por falta de ingresos para pagarla y el desempleo alcanza el 12 por ciento de la población. «El Estado se mantiene como principal empleador, ya que para él trabajan el 48 por ciento de las personas entrevistadas, si bien un 9 por ciento lo compagina con otros empleos en pequeñas empresas o también son autónomos, conocidos en la isla como ‘cuentapropistas'», añadió Infobae.
La investigación arrojó que el interés por emigrar sigue creciendo entre los jóvenes cuyo 30 por ciento tiene a Estados Unidos como objetivo mientras un 34 irían «a cualquier sitio» con tal de marcharse de Cuba. «China y Rusia, aliados políticos del Gobierno de Miguel Díaz-Canel, apenas atraen al 2 por ciento de los potenciales emigrantes», apuntó el estudio.
Los datos de OCDH explicaron que ha aumentado el envío de remesas a Cuba y ya llegan hasta el 37 por ciento de los hogares cubanos.
«Estos expatriados pueden llegar a ser a su vez claves para la economía cubana, ya que el número de hogares que reciben remesas ha aumentado hasta el 37 por ciento. Aunque casi la mitad de los entrevistados no ha querido revelar la cantidad, una mayoría de los que contestaron se situaron en la horquilla entre los 51 y los 100 dólares», explicó el estudio.





