Decenas de cubanoamericanos se reunieron frente al restaurante Versailles, en Miami, durante el Día Internacional de los Derechos Humanos, para denunciar la represión en la isla y exigir la liberación de presos políticos. La protesta, marcada por consignas clásicas del exilio y el deterioro creciente de la vida en Cuba, buscó amplificar las voces de quienes dentro del país no pueden manifestarse sin enfrentar detenciones o vigilancia estatal.
Miami hoy encabeza un ranking poco envidiable: es la ciudad más cara de Estados Unidos para comer fuera (ojo, en restaurantes de gama media). Pero no todo es gris: para quienes disfrutan del café, la ciudad ofrece una experiencia notable, con muchas opciones, buena calidad y precios relativos más accesibles. Comer fuera siempre será caro, pero al menos cuando se trata de un buen café o un lugar agradable para sentarse, Miami no decepciona.
Si bien es cierto que la lucha legal por el reconocimiento de la I-220A como Parole podría continuar en otros tribunales, incluida la Corte Suprema de Estados Unidos, y eventualmente que quede revertida la decisión de la Junta Superior de Apelaciones de Inmigración de EE. UU. (BIA), no pocos cubanos se muestran aún asustados o preocupados por esta situación.