Este caso y otros muchos casos en otros cementerios cubanos reflejan una crisis más profunda en la infraestructura y administración, donde incluso los sitios más emblemáticos y valorados no están a salvo de la decadencia y el abandono.
En 2006, España autorizó un análisis de ADN sobre los restos conservados en Sevilla, llegando a la conclusión de que pertenecían a Colón. Por otro lado, la República Dominicana se basa en pruebas documentales e históricas para sostener que los verdaderos restos de Colón están en su territorio.