A falta del expediente completo, lo verificable hasta ahora es que el supuesto “broker” chino vuelve a estar bajo jurisdicción de EE. UU., que lo acusa de mover grandes cargamentos de drogas y coordinar pagos a través de casas de efectivo y cuentas bancarias en varios países.
Sciammarella había contratado a Di Gregorio para la fabricación de cuatro puertas para su casa, pagando un adelanto de 120,000 pesos (equivalente a 500 euros). Sin embargo, un desacuerdo surgió cuando Sciammarella exigió la devolución del dinero en euros en lugar de en la moneda local, lo que llevó a un altercado físico en un restaurante cerca de la residencia de Sciammarella.
"Cualquiera que tenga una comprensión siquiera rudimentaria de cuán estricto es el régimen policial totalitario de Cuba sabría que es prácticamente imposible que cientos de hombres sean transportados a Rusia sin que el régimen se dé cuenta," afirma el diario The Hill.