Que un hombre con ese historial, con su rostro y expediente documentado hasta el cansancio, esté hoy a la espera de un veredicto, sometido a interrogatorios que cuestionan sus salidas del país como si fueran evidencia de mentira y no de aguante, es alarmante. No por él solamente. Sino por lo que revela del sistema. De sus fracturas, de sus contradicciones, de sus prioridades.