Entre el público, Emily sostenía un cartel hecho a mano que decía “Bebeshito, yo te amo”, una declaración inocente que fue captada en video y compartida por cientos de usuarios
Hoy Náthaly recibe controles médicos periódicos, protege su salud frente a una posible recaída y se prepara para reconectar con su vida cotidiana en Estados Unidos. Pero su historia sigue siendo un símbolo poderoso del valor del activismo: sin él, sin esa presión desde lo civil y mediático, habría muerto.