Para el régimen cubano, la prioridad no es la transparencia ni el derecho a la información del pueblo, sino la fidelidad ideológica a su benefactor euroasiático. Y si eso implica callar sobre muertes dudosas, purgas políticas y misteriosos “suicidios” en rascacielos moscovitas, que así sea.
El audio, de más de cinco minutos, revela una discusión cargada de tensiones, malentendidos y recriminaciones personales, en la que ambos intercambian acusaciones y se interrumpen repetidamente.