La pérdida de estos dos cubanos ha dejado un vacío en el corazón de muchos, y su memoria se honra con cada contribución que acerca a sus cuerpos a casa. La comunidad cubana en el exilio continúa demostrando su fuerza y compasión, uniendo esfuerzos para asegurar que, incluso en la muerte, sus compatriotas no estén solos.