La llegada de "Manolito Miel de Purga" a Miami no solo ha reavivado viejas heridas en la comunidad cubana, sino que también ha generado un debate sobre cómo se aplican las leyes de inmigración a personas con antecedentes tan controversiales. La falta de transparencia en este caso ha provocado críticas, y muchos exigen una revisión más rigurosa para evitar que situaciones similares ocurran en el futuro.
Ha reavivado el debate sobre la política migratoria estadounidense respecto a los funcionarios del régimen cubano, y ha puesto de manifiesto la necesidad de una revisión exhaustiva de los procesos que permiten la entrada de individuos vinculados al gobierno cubano, mientras las verdaderas víctimas de su represión siguen luchando por sobrevivir.