Lo cierto es que el rumor creció precisamente por la falta de información oficial y ahora parece que disminuye por la misma causa. Aunque lo más probable es que lo veamos salir más temprano que tarde con sus 94 años y alguna de esos poses preparadas para disipar rumores.
Hoy, cuando NTV apunta a la “creatividad del pueblo” que improvisa con leña y briquetas, es justo preguntarse: ¿de qué revolución hablan? ¿Creen que lo extraordinario es preparar la comida como en el siglo XIX? No. La realidad es que los cubanos merecen dignidad, servicios reales, un sistema fiable. Lo que necesitamos no es fuego artesanal ni aplausos por sortear el desastre, sino un gobierno responsable que asuma la historia energética y ofrezca reparaciones reales. No más mitos: tiempo ya de soluciones, no simulacros.
Con tono burlón, Sandro entonó: “Tengo hambre, vámonos a comer platanito. Maduro, Maduro, frito, frito”. Para los usuarios, el comentario fue un dardo directo contra Nicolás Maduro
En Santa Ifigenia, el escultor sigue firme, esperando la charla de mañana con su ilustre cliente. Total, en una Cuba donde lo absurdo se normaliza, hablar con Fidel todos los días es, como mínimo, coherente con el resto del guion.
Este episodio resalta la desconexión entre ciertos artistas oficialistas y el sentir popular, evidenciando que, a veces, el empuje propagandístico no basta para salvar una canción que, musical y socialmente, ha chocado con la realidad.
El expresidente boliviano Evo Morales rechazó las versiones que lo situaban rumbo al exilio en Cuba y aseguró que permanecerá en Bolivia para enfrentar al próximo gobierno, incluso si está...
Una foto inédita de Fidel Castro fue hallada en la mansión de Jeffrey Epstein, revelada por el NYT. El hallazgo reaviva el debate sobre conexiones con el dictador cubano.
La publicación ha sido compartida con asombro —y no poca burla— por cubanos dentro y fuera de la isla. "Hasta la victoria… para el selfie", comenta un lector italiano. “Suo nonno si rivolta nella tomba” (su abuelo se revuelca en la tumba), dice otra. Y no faltan quienes resumen todo el asunto con una sola palabra: “declino”. Una palabra que en italiano significa decadencia, desplome, pérdida de sentido. Lo opuesto a lo que alguna vez se llamó “continuidad”.
La frase puede sonar divertida, pero trae una advertencia escondida: el recuerdo de una telenovela vinculada a una pausa total obliga a pensar qué han perdido todos estos años. Entre apagones y consensos, la isla no necesita suspender racionamientos para una novela. Lo que necesita es que la corriente —y la voluntad política— fluyan hacia un servicio público digno. Y sí, si aligeran el humor, no vendrían mal buenas telenovelas brasileñas para alegrar las luces.
"Lo que nunca ha pasado por mi mente es el arrepentimiento de estar en Cuba y de crecer junto a mi familia. Puedo estar pasando situaciones difíciles y puedo estar pasando el problema que sea, ", dijo González en declaraciones a la prensa estatal.