Entre cajas de vitolas apócrifas y estructuras arrancadas de sus bases, queda un mismo retrato: la urgencia por blindar fronteras y resguardar activos, en un país donde la economía informal y la precariedad llevan tiempo marcando la agenda del delito.
Las cuatro incautaciones principales incluyeron $7,795,680 en moneda falsificada el 5 de mayo, $2,962,880 el 2 de mayo y dos envíos separados, cada uno con $1,804,800 en moneda falsificada el 26 de mayo.