El traslado a un país tercero sin nexos aparentes y sin cargos locales conocidos abre un vacío de garantías en el que la familia no sabe a quién reclamar ni bajo qué jurisdicción protegerlo. La defensa en Estados Unidos exige una actualización inmediata sobre su estado de salud y un encuentro con abogados en Esuatini. Mosquera puede ser, para la estadística, un número más en un sistema que muele expedientes; para su hija, es su padre, y lo que pide es básico: verdad, debido proceso y que el Estado enmiende su propia palabra cuando se equivoca.
La reorganización busca imprimir velocidad a la maquinaria, pero evidencia fricciones dentro de Seguridad Nacional y plantea dudas sobre continuidad, rendición de cuentas y pericia administrativa en cada jurisdicción. Si Chicago muestra el pulso de la calle, estos cambios marcan el pulso del back office que decide prioridades, métricas y umbrales de uso de la fuerza. El equilibrio, por ahora, lo impone el juez: más poder operativo, sí, pero sujeto a reglas claras y con la bitácora abierta, señaló por su parte Axios.
Trump niega ataques a Venezuela y la Casa Blanca desmiente una ofensiva “inminente”. Reportes citan fuentes anónimas; el Congreso busca limitar “hostilidades”.
Cuba afirma que EE. UU. “no ha concretado” ayuda tras Melissa. La Habana dice que ONU y otros países “ya han concretado”, mientras el oriente sigue en crisis.
La isla, mientras tanto, trata de recomponerse con sus propias fuerzas. Defensa Civil movilizó evacuaciones masivas y brigadas de reparación eléctrica, pero el deterioro previo de la infraestructura complica una recuperación rápida. En un Caribe que intenta reponerse de un evento extremo, Melissa deja al descubierto no solo casas destruidas y puentes caídos, sino relaciones bilaterales rotas en el peor momento para miles de familias.
La “victoria” anual sigue en el marcador, pero la cancha se inclinó. La ONU le recuerda al mundo que el embargo existe; los votos que pierde Cuba recuerdan que su soledad también.
Según recoge el Daily Beast, Stefan comparó el actual endurecimiento migratorio en Estados Unidos con prácticas que conoció de niña bajo el castrismo y aseguró que hoy lleva siempre su pasaporte estadounidense encima “por si acaso”.
De acuerdo con la agencia AP, un agente federal le ofreció una importante suma al piloto para que desviara su avión ( con Maduro dentro) para capturarlo. El entramado era parte de una operación que duró 16 meses sin lograr el éxito.
La captura en Cuba de este ciudadano chino, le ha servido a La Habana para mostrar ante EE.UU. y el mundo, una buena cara de frente a la lucha contra el consumo de droga.
Esta historia deja preguntas abiertas que trascienden su caso: ¿qué estándar humanitario se aplica a quienes han pagado sus cuentas con la justicia y buscan rehacer su vida?, ¿qué coordinación real existe entre Washington, La Habana y Ciudad de México para evitar que la “solución” sea internar a una persona en un tercer país donde no tiene absolutamente nada? Por ahora, para Pedro, la respuesta es sobrevivir un día más, sin hacer ruido, mientras intenta que su historia no termine en el anonimato.
Si lo que pretendemos es orientar a la gente —no asustarla—, hablemos claro: en España te tocará lidiar con burocracia y alquileres caros en grandes ciudades, pero tendrás sanidad pública, transporte que funciona y barrios caminables; no te forzarán a un coche eléctrico, aunque ciertas zonas limiten el acceso a vehículos viejos; pagarás impuestos como en cualquier Estado de bienestar, pero no dos veces por el mismo ingreso. A partir de ahí, cada familia hace su ecuación.
Parecen botes de pescadores, pudiera parecer incluso que son personas escapando de un país pero... las imágenes y evidencias parecen concluyentes. Y están advertidos.
A falta del expediente completo, lo verificable hasta ahora es que el supuesto “broker” chino vuelve a estar bajo jurisdicción de EE. UU., que lo acusa de mover grandes cargamentos de drogas y coordinar pagos a través de casas de efectivo y cuentas bancarias en varios países.
El caso de Eva Figueroa y su nieta Lauren —menor de 15 años cuya visa F2A fue denegada por la proclama— se inserta justo en esa grieta. Es una súplica concreta (“liberen a los menores del travel ban”) que encarna una contradicción: el mismo gobierno que argumenta proteger la seguridad nacional clausura, de facto, la vía regular para niños que solo buscan vivir con sus padres residentes o ciudadanos. Medios nacionales han retratado más familias en idéntica situación: procesos avanzados que se quedan sin efecto, entrevistas canceladas y cartas consulares con la misma frase, “ineligibilidad por proclama”.
Cuando los mismos que corearon “Build the Wall” te explican que solo querían una puerta para su familia y descubren que también la soldaron, el voto se convierte en un espejo incómodo. Y el estribillo que se escucha, por primera vez en mucho tiempo, es este: votaron por Trump; ahora dicen que se le fue la mano.