Cuba carga con décadas de deterioro, pero su futuro podría ser radicalmente distinto si cambia las reglas que hoy frenan cualquier progreso. La isla posee ventajas estratégicas —posición geográfica, capital humano, diáspora conectada— que han permitido a otros países similares transformarse tras abandonar modelos cerrados. Vietnam, Polonia o Panamá muestran que, con instituciones estables, propiedad privada y apertura al mundo, la recuperación es posible. El potencial de Cuba no es una fantasía; es una oportunidad concreta que depende de decisiones internas, no de milagros externos.
Cuba oficializó una redolarización parcial que reconoce el colapso del peso en medio de apagones, escasez y derrumbe productivo. Mientras el Estado busca controlar cada dólar que entra al país, los mangos se pudren en plantaciones estatales y las iglesias se llenan de personas que buscan refugio espiritual. Entre economía, abandono agrícola y fe, la isla vive un cierre de año marcado por la incertidumbre.
El enfriamiento del mercado inmobiliario en Miami no solo obedece al fin del boom pandémico y al encarecimiento de las hipotecas: también influye la ralentización migratoria. Con menos recién llegados asentándose, un teletrabajo en retroceso y un clima político menos favorable para los inmigrantes, la demanda pierde presión y los precios comienzan a ceder después de años de escalada.
en notas del Banco Central, en conceptos que suenan científicos con promesas del pronto establecimiento de un mercado cambiario estable. Pero ahí afuera la vida transcurre en otra dimensión: la del salario que se evapora, la del huevo que dobla su precio en una semana, la del aceite que aparece dos días y luego se esconde un mes. Lo que el Estado llama “moderación” es, en la vida real, una especie de agónico sostenimiento a base de inventos.
Un gráfico de CBS News Miami, basado en una encuesta de Gallup que sitúa la aprobación presidencial en torno al 35 %, resume el momento político del mandatario: el nivel más bajo de su segundo mandato, desgaste económico y una fuga de apoyo entre independientes y sectores moderados de su propio partido.
En un país donde los hechos duelen pero el discurso oficial parece vivir en otra dimensión, el combate de los relatos se ha vuelto un ruido permanente. No es solo propaganda; es una disputa por nombrar la realidad. Y en Cuba, nombrar la realidad se ha convertido en un acto político.
Una joven tunecina anunció en Facebook que viajaría sola a Cuba y recibió respuestas opuestas: advertencias severas sobre epidemias, escasez y delincuencia, junto a una avalancha de ofertas de alojamiento, negocios y guías informales. El hilo revela la tensión entre hospitalidad, necesidad económica y un país sumido en crisis.
El MININT investiga a Humberto Julio Mora Caballero, camagüeyano residente en Miami, acusado de dirigir una red que movió más de mil millones de pesos y 250 mil dólares en remesas y financiamiento a mipymes, usando el tipo de cambio informal y operando completamente al margen de los canales bancarios estatales.
Anthony compró su condo en la torre diseñada por Zaha Hadid por 11 millones de dólares en 2021 y esta semana aceptó por ella 8,6 millones, por debajo incluso del último precio de lista de 9,9 millones.
El problema no es la solidaridad en sí misma, sino su institucionalización como pilar de la economía cubana. Y bajo esa lógica, lo que en 1959 parecía un camino hacia el desarrollo se ha transformado, en 2025, en la confirmación de que así, con regalos y subsidios, ninguna economía es sostenible.
A pesar de haber sido anunciado en más de una ocasión como inminente, con planos, estudios geológicos y hasta túneles perforados, el metro capitalino quedó sepultado bajo la maraña de promesas rotas del gobierno cubano. Una de tantas. Como tantos otros proyectos faraónicos, consumió millones de dólares, tiempo, recursos técnicos y humanos, pero jamás se concretó.
La aprobación de la gestión de Trump ha caído mientras sus políticas enfrentan desconfianza en sectores clave: jóvenes, manejo económico, migración y salud pública. El rechazo mayoritario a una intervención militar en Irán‑Israel limita su capacidad de mostrar una postura global expansionista. Para restablecer apoyo, necesitará recomponer su narrativa y resultados tangibles en lo económico y social, no solo depender del uso intensivo de ejecutivas.
Críticos han comparado la propuesta con un mal chiste, denunciando que se trata de una forma encubierta de chantaje migratorio y un insulto al debido proceso. Además, mucho se cuestionan si esto es una política real o simplemente otra de las ocurrencias del expresidente para alimentar su narrativa antiinmigrante y mantenerse relevante entre su base.
La disminución en la llegada de turistas internacionales a Cuba, combinada con la persistente inversión en un sector que no muestra signos de recuperación, sugiere que el régimen cubano enfrenta un desafío cada vez mayor para revitalizar su economía. Si bien se continúan construyendo hoteles y otras infraestructuras turísticas, la falta de turistas amenaza con convertir estos proyectos en monumentos vacíos que reflejan las fallidas políticas económicas del gobierno.