En la imaginación colectiva, cuando se habla de animales prehistóricos que siguen existiendo, solemos pensar en cocodrilos, tiburones o cucarachas. Raramente imaginamos un mamífero...
Este hallazgo, aunque pueda parecer trivial, demuestra cómo incluso los eventos cotidianos, como el vómito, pueden convertirse en ventanas fascinantes hacia el pasado remoto de la Tierra.