La historia de Yoel es un testimonio de perseverancia y esperanza. Para él, pequeñas libertades cotidianas, tales como trabajar, comprar y moverse libremente, representan su "sueño americano" y reflejan cómo, a veces, lo que para muchos puede parecer cotidiano, para otros es la manifestación de un mundo de nuevas posibilidades. Su experiencia recalca la idea de que, a pesar de los desafíos, Estados Unidos sigue siendo un lugar de oportunidades para quienes buscan una nueva vida.