La visita de la relatora especial de la ONU Alena Douhan terminó en La Habana con un mensaje directo a Washington: las sanciones estadounidenses contra Cuba deben ser levantadas
Un desastre que no es solo económico, ni solo climático, ni solo sanitario, ni solo político, sino la suma de todos ellos sobre una población agotada, enferma, mal alimentada y sin horizonte claro dentro de su propio país. Lo que está en juego hoy no es la retórica de la “resistencia” ni la épica de las sanciones, sino la posibilidad misma de que esa sociedad siga funcionando sin romperse del todo.
No son casos aislados, sino escenas de una misma película: una sociedad agotada, donde sobrevivir se ha vuelto deporte de alto riesgo y donde, demasiadas veces, el enemigo no está solo en el poder ni en las medidas externas, sino también en el vecino que vende agua por aceite o en el primo que se esfuma con el dinero prestado.
Según The Hill, el país experimentó su cuarto apagón nacional en menos de un año, consecuencia de una red eléctrica corroída por décadas de desinversión y el uso de crudo de baja calidad. La dependencia del petróleo venezolano, base del intercambio político y económico entre La Habana y Caracas, se ha vuelto insostenible: los envíos de combustible cayeron de unos 56 mil barriles diarios en 2023 a apenas ocho mil en junio de 2025. Aunque Rusia y México han enviado cargamentos de emergencia, la inestabilidad persiste.
La protagonista, la española Ana Hurtado —activista afín al régimen, autodefinida durante años como “actriz y periodista”— contó que quiso pagar toda la cuenta por Transfermóvil, pero le exigieron mitad en efectivo y mitad por transferencia. Como no llevaba cash, se quedó sin cenar.
Las intervenciones de los funcionarios y las cifras presentadas en el Consejo Provincial reflejan un esfuerzo por aparentar progreso y control, pero la población cubana sabe que la situación es muy distinta. La prevención de delitos, la promoción de ventas a Acopio y el desarrollo de proyectos locales son todas medidas que, si bien necesarias, resultan insuficientes frente a una crisis estructural que ha sido parte de la vida diaria de los cubanos durante décadas.
Mientras que los autos eléctricos de lujo como los Tesla representan un paso hacia la modernización para una pequeña élite, los vehículos eléctricos chinos están emergiendo como el verdadero salvavidas para la población cubana en general.
La disminución en la tasa de natalidad y las renuncias en el Consejo de Estado son síntomas de problemas más profundos. Muchos parecen haberse dado cuenta de que el barco, se está hundiendo.
La gestión económica del país requiere reformas profundas y una estrategia más eficaz para enfrentar tanto los desafíos internos como las presiones externas.
Fiel a su estilo de acceder a conversar con cuanto medio de izquierda se lo pide, Aleida Guevara, quien desde hace años se ha convertido en una vocera más del régimen castrista, arremetió una vez más en su discurso contra las Micro, Pequeñas y Medianas empresas (Mipymes) y dijo a "Voces de Lucha", que no están cumpliendo con su misión inicial.
el gobierno cubano se enfrenta al desafío de implementar estas medidas económicas en un contexto de crisis y descontento social, mientras intenta asegurar a la población que estos cambios son necesarios para la recuperación económica del país.
El régimen cubano parece estar decidido a apretar el cerco sobre las MIPYMES; y a la hora de su análisis, ha dicho que son los altos precios en las "Me exprime" los que contribuyen a la inflación.
Este jueves, el Ministerio de Economía y Planificación (MEP) de Cuba aprobó otras 66 nuevas mipymes y suman ya 9.546 desde su legalización en septiembre de 2021