Vecinos de Sancti Spíritus denuncian recibir agua turbia, con insectos y mal olor. Autoridades culpan a la sequía, reconocen la crisis y descartan la presencia de “peces vivos” en las tuberías.
Todos, usan la ironía, el testimonio, el arte, la fotografía o la poesía para retratar lo que el noticiero no dice. Sus muros personales se han convertido en trincheras de autenticidad, en un país donde fingir cuesta menos que hablar claro.