En Cuba, la exportación de estos profesionales es vista como una medida que agrava la crisis de salud interna, ya que el país se queda sin los especialistas necesarios, pero lo del régimen es conseguir dinero; incluso a costa de la vida de sus profesionales.
Los restos de dos estadounidenses, Shaeed Woodard y Zindell Brown, fueron encontrados muertos, y los otros dos, LaTavia Washington McGee y Eric Williams, resultaron heridos y regresaron a Estados Unidos para recibir tratamiento médico.