Lo cierto es que la prensa oficial también con su silencio ha permitido que los graves conflictos que sacuden a la sociedad cubana no solo se mantengan sino que crezcan ante la ineficacia de las autoridades que han llegado a reconocer su ineficiencia ante estos acuciantes problemas.
Tras más de diez días del suceso las autoridades no han revelado la identidad del conductor detenido, mientras en otros hechos de violencia acaecidos durante los últimos tiempos el MININT publica informaciones detalles con prontitud.
Mientras familiares y testigos siguen reclamando justicia y transparencia, lo urgente es que las autoridades amplíen la información básica del caso: identidad del detenido, calificación provisional de los delitos, estado de salud de los lesionados y garantías procesales. Esa claridad no solo desactivaría el carrusel de versiones en internet; también blindaría el derecho de las víctimas a conocer la verdad y el de cualquier investigado a no ser condenado en la plaza pública antes de que hable un tribunal.
El extranjero que atropelló a nueve personas en La Habana el pasado 25 de agosto fue identificado como Berto Savina, dueño de la tienda en dólares Casa Linda y con estrechos lazos con el gobierno cubano, de acuerdo a informaciones del medio independiente 14ymedio.
Con una víctima joven y varios heridos graves, La Habana se encuentra ahora frente a un hecho que no solo deja dolor en las familias afectadas, sino también una sensación de desconcierto y miedo en barrios acostumbrados a madrugadas bulliciosas pero no a escenas de este tipo.
El dolor de perder a dos integrantes de la familia contrasta con la necesidad urgente de salvar a la niña sobreviviente, cuya vida está en manos de los médicos y el cuidado colectivo. Los mensajes de oración se multiplican, reflejando el deseo de todos los que se han conmovido con esta tragedia: que suceda un milagro.