Si el problema de los embarazos en la adolescencia es una tarea pendiente para la sociedad, otra no menos importante sería intentar no retroceder en lo que se ha conseguido con respecto al aborto. Así como enfrentar los que hasta ahora parecen ser sus principales contendientes: las carencias de insumos en la Isla y los fundamentalismo religiosos que pretender hacer cambiar la interpretación de esa práctica médica en el país.