A veces, una cicatriz no solo cuenta una historia. Grita que estás viva. Y eso fue exactamente lo que hizo la cantante cubana Seidy La Niña al abrir su álbum más íntimo: aquel que guarda los recuerdos del accidente que casi la mata hace 11 años. La artista, radicada en Estados Unidos, estremeció las redes sociales al compartir imágenes nunca antes vistas de aquel episodio que cambió su vida para siempre.
“Sé que el contenido de estas fotos es fuerte… lo sé. Pero posiblemente puede ayudar a inspirar a alguien que lo necesita”, escribió junto a una serie de fotografías que muestran la crudeza del momento: Seidy entubada, inmóvil en una cama de hospital, con el abdomen atravesado por una herida profunda.
En otras imágenes, aparece el auto en el que viajaba, convertido en un amasijo de hierros irreconocibles. Mirarlo cuesta. Imaginar que alguien sobrevivió, aún más. El accidente, según relató, la dejó en coma durante un mes. Uno de sus pulmones colapsó, la hemorragia interna fue tan severa que necesitó una cirugía de urgencia.
Como bien explicó, los médicos le suturaron el abdomen con 34 puntos, en una intervención donde el pronóstico era incierto. “No se sabía si iba a volver a caminar, a hablar o conocer”, recuerda Seidy en un fragmento de una entrevista que también rescató en su perfil de Instagram.
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Pero la Seidy que hoy canta, ríe y baila con la misma fuerza que antes del accidente, es también fruto de una lucha silenciosa. De un cuerpo que resistió cuando todo indicaba lo contrario. Y de un alma que decidió reconstruirse desde las ruinas.
“Hace 11 años Dios me dio otra oportunidad de vida. Estoy muy agradecida por cada paso, por cada caída, por cada error, pero sobre todas las cosas por mi vida. Los milagros sí existen, yo soy uno”, escribió en otra publicación, esta vez junto a una imagen que contrasta con las anteriores: su rostro sereno, sonriente, rodeado de luz.
La reacción del público fue inmediata. Miles de mensajes inundaron su cuenta con palabras de admiración y aliento. “Eres un milagro”, le dijo una fan. Otro usuario comentó: “Esa cicatriz combina con la vida, guapísima, espero que ya estés mejor de todo eso que no se ve”. Hay quienes vieron en su testimonio algo más que resiliencia: una lección.
Para sus seguidores en Cuba y en la diáspora, Seidy ya no es solo “La Niña” de los escenarios. Es la mujer que le cantó a la muerte, y la venció. Es la que se levanta una y otra vez, demostrando que no todo lo que brilla en el mundo del espectáculo es frivolidad: también hay dolor, también hay fe, también hay verdad.
