Miami ha sido escenario esta semana de dos sucesos que parecen sacados de una serie televisiva, pero que forman parte de los registros policiales. Un agente de la policía de la ciudad fue arrestado por manejar en estado de embriaguez tras una noche de copas y discusiones con su pareja, mientras que un joven reportero de televisión terminó tras las rejas acusado de robar un Rolex valorado en 16 mil dólares a su propio vecino.
El primer caso involucra a Ernesto Alfonso Méndez, oficial de 35 años del Departamento de Policía de Miami. Según el reporte obtenido por Local 10 News, fue detenido cerca de las 3:30 de la madrugada del pasado sábado mientras conducía su Jeep negro por la Northwest 67th Avenue. Un colega policía, que lo seguía, notó múltiples cambios de carril indebidos y la incapacidad de mantener el rumbo en la autopista. El oficial llegó incluso a obstaculizar el paso del vehículo patrulla, obligando al agente a frenar de golpe.
El informe detalla que Méndez mostraba signos evidentes de intoxicación: aliento alcohólico, ojos rojos y vidriosos, dificultad en el habla y en la coordinación.
Al ser interrogado, admitió que había estado discutiendo con su novia, a quien acusó de coquetear con un bartender. Se negó a realizar la prueba de sobriedad en carretera y también rechazó el alcohotest, aunque posteriormente se sometió a análisis de sangre y drogas en un hospital, como exige su agencia. Fue arrestado por un cargo de DUI (conducción bajo los efectos del alcohol) y liberado poco después.
El segundo episodio ha causado sorpresa en el ámbito mediático. Michael Hudak, reportero de 29 años de WSVN-ABC Miami, se entregó a la policía luego de ser acusado de robar un Rolex de su vecino mientras este se encontraba de viaje en España. De acuerdo con la investigación, Hudak tenía acceso al apartamento mediante una llave de emergencia. Tras el regreso del propietario, el reloj había desaparecido. Semanas más tarde, las autoridades descubrieron que el mismo Hudak lo había empeñado, utilizando su propia identificación de Florida.
El periodista enfrenta cargos por robo mayor y allanamiento de morada. La cadena WSVN emitió un comunicado informando que Hudak ha sido suspendido sin sueldo mientras se desarrolla el proceso legal.
Otras rarezas noticiosas made in Miami
Pero estas no son las únicas rarezas noticiosas reportadas desde Miami en las últimas horas. También tuvimos conocimiento de que un residente del exclusivo barrio de Brickell fue arrestado tras lanzarse a una peligrosa práctica: arrojar botellas de cerveza desde el piso 41 de su edificio.
El hombre, identificado como Iván Cadierno, de 51 años, acumuló 48 cargos criminales —24 por lanzar “misiles mortales” y otros 24 por daños mayores— después de que la administración del condominio documentara semanas de incidentes que ponían en riesgo la vida de transeúntes y causaron daños calculados en 140 mil dólares. Cadierno, nacido en España, fue presentado ante un juez en Miami-Dade, que le fijó fianza de 62,500 dólares y le prohibió regresar al edificio.
En paralelo, otro episodio insólito se produjo en Nueva York «con sabor a Miami», pues fiscales federales retiraron sorpresivamente el caso contra el reconocido abogado de defensa David Macey, acusado meses atrás de sobornar a exagentes de la DEA con dinero, regalos y entradas a partidos de béisbol para obtener información privilegiada sobre investigaciones.
Tras un acuerdo de enjuiciamiento diferido, Macey no enfrentará juicio si se mantiene libre de problemas durante un año. La decisión puso fin a una pesquisa que ya había enviado a prisión a dos exagentes y que había puesto bajo la lupa a parte del llamado “white powder bar” de Miami, el grupo de abogados que negocia entregas y cooperaciones de grandes narcotraficantes latinoamericanos.





