Las autoridades policiales de Guantánamo informaron en días consecutivos la captura de dos hombres implicados en hechos de alta connotación social, en una secuencia de operativos que fue presentada por perfiles oficialistas como muestra de eficacia y control, en un contexto marcado por el aumento de la violencia y la percepción ciudadana de inseguridad.
El primer caso corresponde a la detención de Osviel Laugart Tamé, un recluso que se encontraba prófugo de la prisión de Boniato, en Santiago de Cuba. Según la versión difundida por la página oficialista Guantánamo y su Verdad, el sujeto fue localizado en una vivienda de la ciudad de Guantánamo, donde permanecía oculto desde hacía varios días. En el inmueble, situado en la calle 2 Norte entre 1 y 2 Oeste, las autoridades encontraron además a otras tres personas implicadas en el sacrificio ilegal de un animal vacuno robado a un campesino del municipio Niceto Pérez.
Durante el registro policial se ocuparon grandes cantidades de carne de res y herramientas utilizadas en la matanza clandestina. Los cuatro hombres fueron trasladados a la Estación de Policía Municipal y enfrentarán cargos por sacrificio ilegal de ganado mayor, además de otros delitos que podrían derivarse de la investigación en curso. Testimonios vecinales indicaron que el prófugo mantenía una relación sentimental con la propietaria de la vivienda, lo que habría facilitado su ocultamiento tras la fuga del penal santiaguero.
El segundo hecho informado fue la captura de Ramón Velázquez Acosta, acusado de asesinar a Eraine Zaya Mulgado, cuyo cuerpo fue hallado sin vida la noche del 10 de diciembre frente a su vivienda, en la intersección de 12 Sur y 5 Oeste. De acuerdo con la información oficial, el crimen estaría vinculado a conflictos personales, económicos y situaciones de chantaje que derivaron en un acto de venganza.
Las autoridades señalaron que ambos hombres mantenían una relación previa de confianza que se deterioró progresivamente, aunque no se ofrecieron detalles sobre el modo en que se produjo el homicidio. Velázquez Acosta enfrentará un proceso penal por el delito de asesinato, mientras el caso continúa bajo investigación.
Ambas detenciones generaron amplias reacciones en redes sociales. En los comentarios predominaron expresiones de alivio por las capturas, pero también críticas al sistema penitenciario y a la capacidad del Estado para prevenir delitos graves. En el caso del prófugo de Boniato, numerosos usuarios cuestionaron cómo logró escapar de una prisión provincial. En el del homicidio, se repitieron reclamos de sanciones severas y debates sobre la difusión de la imagen del acusado.
Más allá del tono triunfal de los comunicados, los casos reabren interrogantes sobre la seguridad ciudadana, la reincidencia delictiva y la efectividad real de las respuestas institucionales frente a una criminalidad que muchos guantanameros perciben como creciente y cada vez más cercana.


















