Una cadena de publicaciones y comentarios en Facebook mantiene en vilo a vecinos y allegados tras el caso de un bebé que, según relataron familiares, fue arrojado desde un segundo piso la tarde-noche del 29 de septiembre en la calle 35, entre 26 y 28. La familia pide oraciones por la pronta recuperación del niño, identificado por allegados como Lían, que “estaba por cumplir dos años” y permanece en terapia intensiva.
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La primera voz en dar la alerta fue la del abuelo del niño, Carlos Ramón Casasayas Calafell. A través de su perfil en Facebook relató que su nieto, un pequeño que está por cumplir dos años, había sido lanzado desde un segundo piso por una persona con trastornos psicológicos cercana al entorno familiar. Desde entonces, la familia ha pedido oraciones y el caso mantiene en vilo a vecinos y conocidos en la Isla.
El suceso ocurrió la tarde-noche del 29 de septiembre en la calle 35, entre 26 y 28, en Nueva Gerona. Casasayas informó que tras el impacto el menor fue ingresado en terapia intensiva y, como parte del proceso médico, a las 72 horas presentó una inflamación cerebral que obligó a una intervención quirúrgica.
“Lo operaron y a esta hora salió del salón. De momento respiración artificial, conectado a una máquina, estado grave y en espera de la evolución de los medicamentos que le están aplicando”, publicó el 2 de octubre a media mañana.
La reacción en redes fue inmediata. A los mensajes del abuelo se sumaron decenas de comentarios que combinaban plegarias, muestras de solidaridad y también indignación. “Dios ponga su mano y permita que ese bebé se recupere pronto”, escribió una usuaria, mientras otros pedían explicaciones sobre cómo alguien en crisis pudo tener acceso al niño. “Yo espero que a ese que lo tiró lo hayan internado, porque si está loco qué hace suelto y mucho menos donde hay un niño pequeño”, se lee en otra respuesta.
En paralelo, familiares y amigos repiten que Lían —como identifican al pequeño— es fuerte y puede salir adelante. Vecinos recordaron que en distintos puntos del país han ocurrido incidentes similares en contextos marcados por la escasez de psicofármacos, consultas cada vez más distantes y un seguimiento clínico deficiente. Esa precariedad, señalan, obliga a las familias a cargar solas con el cuidado de personas que atraviesan crisis psiquiátricas.
Hasta el momento no existe información oficial sobre detenidos ni partes médicos institucionales. Lo que sostiene la familia es la esperanza, compartida por cientos de usuarios que siguen cada actualización en las redes y que mantienen viva una cadena de oraciones por el niño en terapia, con la expectativa de que logre superar las próximas horas críticas.
También el perfil de Saúl Manuel informó sobre la gravedad del hecho, y allí también se pidió acompañamiento espiritual: “La familia pide oración por la pronta recuperación del angelito”, se lee en el post que desató decenas de reacciones. Entre los mensajes predominan expresiones de fe —“Dios ponga su mano”, “pronta recuperación”, “bendiciones”— y también la indignación: usuarios preguntan por la situación del presunto agresor y por qué el menor quedó bajo su cuidado.
Hasta el cierre de esta nota, no hay información oficial pública sobre detenidos ni partes médicos institucionales. La familia ha pedido respeto y oraciones mientras el niño permanece bajo ventilación mecánica y los médicos evalúan su evolución tras la cirugía. En Nueva Gerona, el vecindario sigue de cerca cada actualización, aferrado a la posibilidad de que el pequeño supere estas horas críticas.
