Días de luto e incertidumbre se viven en la comunidad académica cubana. Desde el 1 de octubre, la Universidad de Oriente (UO) ha reportado al menos ocho fallecimientos entre estudiantes, profesores y trabajadores, sin que hasta la fecha las autoridades ofrezcan una explicación oficial.
La activista Yamilka Lafita Cancio, conocida en redes como Lara Crofs, fue una de las primeras en denunciar lo que muchos ya califican como una cadena de muertes inusual. “Familias rotas, internautas preguntando en redes: ¿de qué murieron? Ni la universidad ni el Ministerio de Educación Superior responden. Dicen ‘descanse en paz’ y ya”, escribió consternada.
“Algunos de los fallecidos son extremadamente jóvenes. ¿Casualidad? ¿o el secretismo al que acostumbran las instituciones estatales? En los comentarios piden explicaciones, pero los borran. ¿Qué ocultan?”, se preguntó Lafita.
Las publicaciones de duelo en las cuentas institucionales de la UO confirman los decesos de Raudel de Armas Louis (profesor del Departamento de Biología), Beatriz Carmenaty Corona (estudiante de Gestión Sociocultural), Luis Enrique Vicet Castellanos (estudiante de Ingeniería Mecánica), Pedro Antonio Rodríguez Fernández (profesor titular de Agronomía), Elio Hermis Castellanos Caballero y Santiago Parra Boffil (profesores jubilados), además de Mario Trenard y Lara Saint Félix, joven docente de Ciencias de la Educación.
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Las cortas edades de algunos de ellos y la falta de información sobre las causas han despertado alarma. En las redes sociales, tanto alumnos como profesores han expresado su preocupación, denunciando además que la universidad ha eliminado comentarios que pedían transparencia.
“Hablé con familiares de dos de los fallecidos, que fueron quien me contactaron. Les colocan en el acta de defunción la enfermedad de base que tenían, no la causa real de la muerte”, escribió Lafita en los comentarios de su propia denuncia.
En Santiago de Cuba, los rumores apuntan a una posible relación entre los fallecimientos y el aumento de enfermedades transmitidas por mosquitos, como el dengue, el chikungunya o el virus de Oropouche, que han proliferado en la región oriental del país.
“Aquí se están viviendo momentos escalofriantes, no es la primera ola de muertes inexplicable que tenemos como provincia, hay un brote viral que ellos mismos no pueden detectar el origen, ya que no cuentan con el reactivo para realizar monosuero por si es cualquier enfermedad transmisora del mosquito”, comentó la usuaria Aislisen Ortiz Durades.
La situación sanitaria en la provincia es crítica. En los últimos meses, la prensa independiente y usuarios locales han denunciado la falta de fumigación, la acumulación de basura y la escasez de medicamentos, factores que han favorecido la expansión de arbovirosis.
En octubre, el Minsap reconoció más de 13.000 casos febriles en una sola semana, aunque evitó precisar el número de muertes. Según organizaciones independientes, las cifras reales podrían ser mucho mayores, y Santiago de Cuba figura entre las provincias más afectadas.
