Muere a los 82 años el cantante Christian, conocido como el Julio Iglesias italiano

El cantante italiano Christian, una de las voces románticas más populares de los años 80 y apodado durante su pico de fama “la respuesta italiana a Julio Iglesias”, falleció a los 82 años en el Policlinico de Milán. La noticia fue confirmada por medios italianos; de acuerdo con los primeros reportes, el intérprete estaba hospitalizado por una hemorragia cerebral.

Nacido en Palermo como Gaetano Cristiano Vincenzo Rossi, Christian inició su carrera en los 70, pero alcanzó el éxito masivo a partir de 1980 con una serie de sencillos que dominaron las listas italianas.

“Daniela” y, sobre todo, “Cara” —tema con el que subió al podio del Festival de San Remo en 1984— se convirtieron en verdaderos himnos de la balada italiana de aquella década. Su timbre cálido, fraseo suave y repertorio de amores declarados consolidaron un estilo que la prensa de la época comparó con el del astro español Julio Iglesias, señala al respecto la web Wikipedia.

Entre 1982 y 1990, Christian pisó seis veces el escenario principal de San Remo: “Un’altra vita un altro amore” (1982), “Abbracciami amore mio” (1983), “Cara” (1984), “Notte serena” (1985), “Aria e musica” (1987) y “Amore” (1990). En paralelo, encadenó números uno en la hit parade italiana y llevó su directo por Europa, Estados Unidos, Sudáfrica y Australia, con actuaciones en recintos de prestigio como el Madison Square Garden. Su éxito discográfico quedó plasmado en álbumes como Christian (1983), Cara (1984) y Sere (1985), además de recopilaciones y regresos de estudio en los 90 y 2000.

Su figura trascendió el circuito pop cuando, en los años de mayor notoriedad, fue invitado a cantar para el papa Juan Pablo II, gesto que reforzó su imagen de baladista elegante y cercano a un público transversal. En la memoria colectiva italiana, su nombre quedó asociado a una época de melodías románticas, letras sencillas y arreglos orquestales que hoy muchos identifican con la edad dorada de la radio y la televisión generalista.

En lo personal, Christian contrajo matrimonio con la cantante y presentadora Dora Moroni en 1986-1987, con quien tuvo un hijo, Alfredo; la pareja se separó en 1997. Con el paso del tiempo, ambos retomaron colaboraciones puntuales, incluida la canción “Paradiso e inferno” (2017), en la que revisitaron su historia en clave musical. Esa relación pública, marcada por éxitos y episodios de dificultad —Moroni sufrió un grave accidente de tráfico en el auge de su carrera—, mantuvo al artista en el foco mediático más allá de los escenarios.

Aunque su popularidad disminuyó con el cambio de gustos y formatos industriales, Christian siguió grabando y actuando de forma intermitente. En la última década, varias recopilaciones y giras de nostalgia lo reencontraron con un público que había crecido con sus canciones. Para muchos oyentes, su repertorio encarna la banda sonora de una Italia sentimental: cartas de amor cantadas con voz de terciopelo y una teatralidad sobria que ya no abunda en el pop contemporáneo.

Su muerte cierra un capítulo significativo de la música ligera italiana. Quedan los discos, las apariciones en San Remo, las actuaciones memorables y, sobre todo, la estela de baladas que acompañaron bodas, serenatas y programas de variedades a lo largo de cuatro décadas. En tiempos de consumo fugaz, la permanencia de “Daniela”, “Cara” y otras piezas confirma que, más allá de etiquetas y comparaciones, Christian fue dueño de un sello propio: el de un crooner mediterráneo que convirtió la sencillez emocional en virtud y oficio.