Las aguas del río Congo volvieron a ser escenario de tragedia. En la provincia de Équateur, al noroeste del país, dos accidentes de embarcaciones ocurridos con un día de diferencia dejaron al menos 193 fallecidos y decenas de desaparecidos, según autoridades y medios estatales.
El primero de los accidentes sucedió el miércoles en el territorio de Basankusu, cuando una embarcación motorizada volcó y arrastró consigo a decenas de pasajeros, la mayoría estudiantes. Un día después, cerca de Malange, en Lukolela, una “ballenera” con cerca de 500 personas a bordo se incendió y se hundió; de ese naufragio se rescataron 209 sobrevivientes, mientras continúan las búsquedas.
Las causas de ambos accidentes no están claras, aunque los reportes oficiales describen prácticas habituales que agravan el riesgo: navegación nocturna, sobrecarga y precarias condiciones de seguridad en barcos de madera que sustituyen carreteras deterioradas.
Los dos siniestros ocurrieron a unos 150 kilómetros entre sí, en una franja del río donde la movilidad fluvial es casi la única opción para miles de personas. La recurrencia de este tipo de catástrofes ha encendido alertas en el país africano: chalecos salvavidas escasean, los botes viajan con mercancías y pasajeros por encima de su capacidad y las labores de rescate por la noche suelen llegar tarde y con medios limitados. La cifra oficial de víctimas podría crecer conforme avancen los barridos en el cauce, señala la revista People.
Otras tragedias recientes: México y Brasil
El mismo fin de semana, la carretera federal que une Mérida y Campeche en la península de Yucatán fue el escenario de un choque múltiple que dejó 15 víctimas mortales.
De acuerdo con informes de autoridades estatales y agencias internacionales, un tráiler, un taxi y un vehículo particular colisionaron y el impacto derivó en un incendio que atrapó a varios ocupantes. La Guardia Nacional acordonó el área y los equipos de emergencia confirmaron, horas después, un balance de muertos que la prensa local califica como el peor siniestro vial en Yucatán en décadas. Las investigaciones siguen abiertas para establecer la secuencia exacta del siniestro, destacó la agecia Reuters.
En Brasil, tres trabajadores murieron en la BR-163, a la altura de Sorriso (Mato Grosso), tras ser arrollados por un rolo compactador en una obra de duplicación de la vía.
Los reportes locales señalan que el operador perdió el control de la máquina pesada que avanzó sobre el equipo de pavimentación; dos obreros fallecieron en el lugar y un tercero murió en el hospital. Las víctimas habían sido contratadas recientemente por la concesionaria a cargo de los trabajos. La policía y la empresa investigan fallas operativas y protocolos de seguridad en el frente de obra, reseñó el medio Metrópoles
